A alguien se le ocurrió la ridícula idea de derretir icebergs para vender su agua

El calentamiento global traerá grandes penurias a la humanidad, pero «alégrense» también agua embotellada de iceberg 🤦. 

Las personas con el tiempo hemos adquirido el beber agua como una costumbre, debido a que el agua limpia nuestro organismo, es saludable e hidratante, otras bebidas, como son los refrescos azucarados o las mismas cervezas, traen problemas perjudiciales para la salud, como son la obesidad o la diabetes.

Debido a que el tomar agua se ha convertido en una costumbre común, es de esperarse que las empresas productoras, traten de involucrarse con las industrias del agua, pues cada día esta crece más.

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Botellas de agua a 90 euros.

Muchas personas, me atrevería a decir que la mayoría, cuando pensamos en los glaciares, nos imaginamos esos preciosos paraísos que alguna vez existieron en su máximo esplendor, no obstante, hoy los recordamos como esa parte de nuestro Planeta que se está perdiendo debido al calentamiento global, donde hoy la imagen que no queda,, representa sólo la del hielo derritiéndose a gran velocidad.

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Para otras personas, aunque suene absurdo y codicioso decirlo, ven esta tragedia natural como una oportunidad de aumentar sus ganancias económicas, si no me crees, a continuación te presentamos la «maravillosa» idea que tuvo  Jamal Qureshi, un profesional de las finanzas  y un hombre que hoy lidera un proyecto de la empresa Svalbardi, el cual consiste en explotar los icebergs del archipiélago para obtener sus aguas y embotellaras para venderlas al público por un valor de nada más ni nada menos que 90 euros. 

Sé que el precio es alto, pero hay que diferenciar entre el agua para hidratarse y la que se bebe para apreciar sus características. – Asegura Jamal a BBC News.

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El hombre asegura que su grandiosa idea surgió a partir del pensamiento de que tomar un té con agua de un glaciar, sería una experiencia única y deliciosa, por lo que estando en un glaciar en el archipiélago, se acercó a un pedazo de iceberg, tomo unas cuantos trozos de hielo y se los llevó a su mujer para que le prepara un delicioso té.

Después de que experiencia que Jamal tuvo, sintió que se había iluminado su nuevo proyecto de vida, por lo a partir de ese momento, creo un nuevo producto para el mercado; agua embotellada sacada de un mismísimo iceberg.

Si bien el archipiélago es el hogar de una de las comunidades más septentrionales de la Tierra, así como el hogar de los osos polares, esto no le importó en lo más mínimo al señor Jamal, el cual quiso continuar con su proyecto, sin importar que está explotando un recurso que de hecho, ya está casi destruido, ni tampoco, tuvo en cuenta las centenares de protestas por parte de las organizaciones ambientalistas y animalistas.

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Este «exclusivo» producto, se puede adquirir únicamente a través de la página web de la empresa, así como en los puestos de venta de los Harrods de Londres. La meta del señor Jamal, es vender entre 25 y 35 mil botellas por año, producidas con aproximadamente 30 toneladas de hielo. 

Tanto la empresa como Jamal, se excusan con que esta agua contiene un sabor único y ligero, asimismo, aseguran que la contaminación no alcanzó a contagiar a los iceberg de donde extraen el agua, no obstante, no hay ningún estudio que lo demuestre así.

Es el resultado de fundir icebergs que hace 4 mil años se crearon a partir de nieve. La contaminación no ha podido intoxicarlos porque el hielo se ha compactado desde tiempos previos a la revolución industrial, por lo que es una una sensación en la boca excepcionalmente ligera, un terroir único, ideal para maridar con alta cocina. – Asegura la empresa en unas declaraciones con Daily Mail.

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Para quien cuestione los procedimientos y la falta de consciencia de  la empresa, Jamal les tiene preparadas dos respuestas. La primera, según dicen, es que a ellos si les importa el Planeta, tanto que un porcentaje de las ganancias por  botella, se dona a Global Seed Vault, una organización que acoge a cada  semilla que existe en nuestra Tierra para protegerla y posteriormente ayudar a renacer, en caso de que su ecosistema se vea destruido.

La segunda consiste en afirmar que la empresa es poseedora de un certificado que asegura que están libres de carbono y que solamente explotan icebergs que ya se han desprendido y flotan en el mar, es decir, ellos  garantizan que no dañan lo que no está dañado, sino únicamente toman los «desperdicios».

Sin embargo,  Peter Gleick, presidente del Instituto Pacífico,así como varios investigadores ambientales, confirman que el proceso de producción que realiza la empresa, a largo o mediano plazo, no será sostenible para el ecosistema, generando, un aceleramiento en  el deshielo de los glaciares. 

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Fuente: Like, Share & Do.