¡Autocinemas! la medida que está tomando Chile para entretener y proteger

Una gran idea si queremos promover el entretenimiento y mantener el aislamiento.

El origen del autocine proviene de 1915 en México, sin embargo, fue una actividad que se hizo famosa con el boom de los automóviles en los años 60. En un campo abierto, una pantalla gigante era puesta y se daba entrada a una cierta cantidad de carros que, al principio, obtenían el sonido de parlantes gigantes y que, con el avance de la tecnología, pudieron disfrutar de los diálogos de una buena película desde la radio de su carro.

 

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La idea que un día dio resultados se fue apagando y empezó su declive en la década de los 70 con la llegada de otros formatos como la televisión a color y el alquiler de películas, además de los evidentes problemas con el altísimo costo de los inmensos terrenos que eran requeridos para poder abrir uno de estos proyectos. Hoy, casi 50 años después, con la situación de aislamiento que tendremos que vivir por los siguiente meses, un grupo de emprendedores en Chile decidió apostarle a esta forma de entretenimiento que cumple con las normas de distanciamiento social.

La nostalgia de épocas antiguas ahora es necesaria.

Debido a la situación que ha traído el Coronavirus y lo lejos que está la apertura de los cinemas y la vida social en general, algunos países como Estados Unidos, Alemania, España e Italia ya están proyectándose para que esta sea la nueva forma de ver cine. En Latinoamérica,  Eduardo González y Alejandro Berríos, dos productores y emprendedores chilenos han decidido llevar a cabo la idea y lanzarla en el mes de mayo.

 

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El lugar acordado hasta el momento es Club Las Vizcachas en la capital, Santiago, donde podrán entrar 150 vehículos para ver películas en alta definición en una pantalla gigante de 25 metros por 15 metros y tener su propio sistema de sonido incorporado al transmitir el sonido por medio de las ondas de radio en una frecuencia específica.

Tomar medidas.

Aparte de la idea para mantener la distancia mientras se ve una película en un plan social, Eduardo y Alejandro han añadido otras miradas a la experiencia: comprar alguna golosina por medio de una página web, evitando el contacto de persona a persona, un lugar para hacer proceso de desinfección a los carros y la venta de los boletos a través de códigos QR.

Por ahora, los dos jóvenes están ultimando detalles para llevar la mejor experiencia a los habitantes de la capital Chilena que ya lo esperan con ansias y, en el proceso, han hablado con varias compañías de distribución de películas para lograr tener más variedad y novedad al momento de presentarse. Esta época extraña nos hace volver a las viejas tradiciones.

Fuentes: Autocine.cl, CNN Chile.