Enfermera protegió con su cuerpo a tres recién nacidos de la onda explosiva en Beirut

En estos tiempos de crisis, los médicos y enfermeros han demostrado al mundo lo que significa el sacrificio y compromiso.

El pasado martes 4 de agosto, el mundo se enlutó con la noticia de la explosión de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, una sal oxidante y fertilizante, en el puerto de la ciudad de Beirut, capital de Líbano. Dos detonaciones seguidas, una más letal que la otra, fueron capturadas en múltiples videos que dieron la vuelta al mundo, mostrando las consecuencias de la falta de precauciones con el material que llevaba casi siete años almacenado allí después de haber sido confiscado a un barco de carga.

The Sun

La onda explosiva acabó con la vida de más de 150 personas, dejando heridas a otras 5.000 y sin hogar a cientos de miles en un momento de tensión ante la grave crisis económica que ya vivía la ciudad. Casi una semana después, se habla de la tercera explosión más potente registrada en el mundo solo superada por las letales bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki hace 75 años.

Con la tragedia fresca en los corazones de miles de libaneses, varios héroes del común han salido a la luz por medio de conmovedores testimonios del momento de la explosión, uno de ellos es la enfermera Pamela Zinon que se ha convertido en imagen de la esperanza por proteger la vida a toda costa.

Tres pequeñas vidas por encima de cualquier otra cosa.

Los relojes locales marcaban las 6:07 p.m. y el cielo todavía estaba claro cuando una columna de humo alertó a los ciudadanos de Beirut que alcanzaban a divisar el puerto de la ciudad. Unos segundos después, sin previo aviso, una onda explosiva nunca antes vista en el territorio fue la responsable de un humo rojo que cubrió por completo la ciudad y rompió estructuras, vidrios y cristales a su paso, devastando por completo construcciones como el Hospital Al-Roum que luchaba por poner a salvo a los cientos de pacientes que resultaron afectados.

Fueron pocos segundos los que tuvieron las personas para reaccionar a la fuerza devastadora de la explosión, sin embargo, la enfermera Pamela fue una de las primeras en levantarse del suelo y correr a ofrecer su ayuda. Como una de las encargadas de la unidad de cuidados intensivos neonatales, la mujer sabía que no solo tenía que luchar por su vida, también por la de los cinco pequeños recién nacidos que peleaban por conservar su vida en el lugar.

Mohamed Azakir / Reuters

Con el hospital colapsado por los daños y el área neonatal destruida por completo, Pamela no tuvo que pensarlo demasiado para correr a las incubadoras a rescatar a los pequeños que cabían en sus manos. Sostuvo a tres de ellos entre sus brazos mientras fue ayudada por otra de sus colegas que se encargó de los otros dos bebés. De inmediato y sin pensar en las consecuencias, la enfermera salió corriendo hacia la entrada del lugar para buscar ayuda.

Pude llevar a 3 niños en mis manos, y quedaron dos niños. Una de mis compañeras de enfermería los acogió. Los llevé a la entrada del hospital. Mi preocupación era garantizar su seguridad, porque su estructura es débil. Los llevé a la entrada principal del hospital, donde había un caos y gente gritando por todos lados. –Cuenta Pamela Zinon a Alarabiya.

Vocación al servicio de la vida.

Con tres bebés en sus manos, Pamela tuvo el compromiso para coger el teléfono y llamar para pedir ayuda. Fue ese el momento que quedó inmortalizado en las fotos del reportero gráfico Bilal Gawish cuando trataba de documentar la explosión entre la espesa niebla y los cientos de heridos y cuerpos que permanecían en las estructuras del hospital.

Gawish, que lleva más de 16 años documentando momentos claves del país, subió la foto a su Facebook mientras reconocía la inmensa labor de la enfermera a la que solo le importaba mantener con vida a esos tres pequeños, incluso con su propio cuerpo como barrera de ser necesario.

16 años de fotoperiodismo y muchas guerras … Puedo decir que no vi lo mismo que vi hoy en el Hospital Al-Roum. Fui atrapado por esta heroína que se apresuraba a llamar mientras cargaba a tres recién nacidos. La rodean decenas de muertos y heridos. –Escribió Bilal Gawish en su publicación de Facebook.

Después del momento que le dio la vuelta al mundo, la enfermera salió del hospital en compañía de un especialista en ginecología con quien trataban de encontrar un hospital en condiciones más favorables para que los pequeños fueron atendidos. Entre ruinas y un par de llamadas a colegas, el doctor logró hallar un lugar para los cinco pequeños en el hospital Abu Jawdeh en Jal el Dib, a unos cuantos kilómetros del lugar donde estuvieran seguros en caso de ocurrir otro siniestro.

EFE/EPA/WADEL HAMZEH

Desde ese lugar, después de haberlos cobijado y estar segura del bienestar de los pequeños, la enfermera se comunicó con los padres de los menores para reportarles las buenas nuevas y darles un parte de tranquilidad. Cuando toda su travesía por salvarles la vida había terminado, pudo descansar y establecer conexión con su familia que temía por su vida.

Viví una aventura difícil, pero a cambio, salvé la vida de los recién nacidos, y esto es algo que nunca olvidaré en mi vida. –Relató Pamela a Alarabiya.

Una heroína de la vida real que merece todo el reconocimiento y las múltiples muestras de gratitud que ha obtenido de parte de internautas de cada rincón del planeta. Ella, con su labor, nos demuestra que nuestra fe en la humanidad nunca debe darse por vencida. Aquí te dejamos un video con una entrevista realizada a Pamela después de los hechos.

Fuentes: Bilal Marie Jawich, Alarabiya.