Ella es Noelia, la primera maestra con Síndrome de Down en Argentina

Una maestra que enseña desde el corazón.

Cuando se es niño, los adultos siempre te preguntan: «qué quieres ser cuando seas grande?», casi todos respondemos con las profesiones que vemos en la tele o que nos enseñan en la escuela, bombero, policía, astronauta, maestro, doctor… suelen ser las respuestas más comunes, Noelia Garella, no es la excepción y como todos los niños del mundo tenía un sueño desde que era niña: convertirse en maestra.

A diferencia de muchos, ella si lo cumplió.

Un sueño hecho realidad a pesar de las dificultades.

Noelia Garella cursó toda su educación básica con excelente rendimiento y con su meta de ser maestra siempre presente en su mente como su principal objetivo. Por ello y una vez finalizado el primer ciclo educativo, en el año 2007 se inscribió en el Instituto Superior del Profesorado Dr. Antonio Sobral, ubicado en la ciudad de Córdoba – Argentina, donde obtuvo su título como maestra.

Una vez graduada, estaba completamente lista para empezar a trabajar, pero nunca pensó que todas las puertas que tocaría se cerrarían ante ella, acompañadas de miradas de rechazo y desaprobación, por qué? porque tenía Síndrome de Down.

Los prejuicios hicieron que la talentosa joven no hallara trabajo durante más de cinco años, pues los directores de las escuelas a las que se presentaba con su título guardado en una carpeta que siempre cargaba con ella, pensaban que no reunía las condiciones mínimas para ocupar el puesto, llegaron a decirle, incluso que contratarla equivalía a poner a los chicos en peligro.

Increíblemente y en una demostración de convencimiento y tenacidad, Noelia nunca se dio por vencida, continuó buscando trabajo año tras año.

Finalmente una directora logra ver a Noelia sin el velo cegador del prejuicio.

En el 2016 Noelia tocó la puerta del Jardín Infantil Capullitos, allí fue recibida por la directora María Alejandra Senestrari, que tras hacerle un par de preguntas a la joven, determinó inmediatamente que era la indicada para ocupar el puesto que estaba vacante.

Para esta mujer el Síndrome de Down de Noelia tuvo tanta importancia como una nariz larga, una baja estatura o algo de sobre peso tienen, es decir, fue una característica sin ninguna trascendencia a la hora de evaluar las verdaderas capacidades que eran requeridas para hacerse cargo del programa de incentivos a la lectura infantil. La directora del jardín vio en la chica licenciada en profesorado, una profesional competente, pero más importante vio la dulzura de sus ojos, su cálida sonrisa y su temperamento relajado, cualidades indispensables a la hora de tratar con niños.

Tiene todas las características que tiene que tener un docente: cariñosa, expresiva, tiene una capacidad amorosa única. El ejercicio de estar con ella genera un clima de trabajo totalmente distendido – Le dijo a La Nación María Alejandra Senestrari, directora del jardín infantil Capullitos.

Su criterio no estuvo equivocado, pues a los pocos días de comenzar su trabajo, los niños adoraban a Noelia y el programa asignado a la joven profesora alcanzó resultados no antes vistos en el plantel educativo.

La carrera de Noelia continuó evolucionando.

Luego de acompañar a los niños de entre cuatro y cinco años de edad en su primer encuentro con la lectura durante un par de años, encontró otro empleo, esta vez como maestra de preescolar, puesto para el que se preparó en su formación profesional y que ejerce no sólo con total capacidad, sino con un talento difícilmente alcanzado por otros docentes.

Ahora, con 31 años de edad ejerce muy feliz su carrera, goza de la aprobación de todos sus colegas y de los directivos de la institución para la que trabaja, pero mejor que todo eso, día tras día recibe el afecto y los constantes abrazos de los niños a los que enseña, pues deja en sus corazones una huella indeleble, al ser la persona dulce y cariñosa que les ayuda a transitar desde la comodidad de sus hogares hacia el comienzo de la etapa escolar.

Nos unimos al sentimiento del señor Raúl Quereilhac, Presidente de la Asociación de Síndrome de Down de Argentina, quien celebra el triunfo de Noelia en el sector laboral, pero al mismo tiempo refuerza sus esperanzas de que en algunos años una joven con Síndrome de Down que se convierte en maestra no sea noticia, sino un hecho tan común y cotidiano que pierda relevancia porque eso significará que por fin la sociedad habrá comprendido que las personas con esta condición son iguales a todos los demás, sólo que con un toque de dulzura especial.

…celebro que uno de nuestros jóvenes esté inserta en el mercado laboral… deseo que estas situaciones dejen de ser noticia alguna vez, ya que todos los jóvenes deberían tener la posibilidad de trabajar… hemos avanzando y muchos de nuestros chicos están trabajando, aunque falta mucho por hacer. – Concluyó el señor Raúl Quereilhac.

Fuente: Lucho del Valle.