Todos los días este chico hace grandes esfuerzos para ir a la escuela y nunca falta.
Julian Gaute es un chico argentino con un ánimo de superación personal inquebrantable. Él a pesar de las dificultades que a diario debe sortear, realiza todos los esfuerzos que están en sus manos para culminar sus estudios y así cumplir algún día su sueño de ser veterinario para ayudar a los animales y trabajar en el campo.
Es un ejemplo de persistencia y tenacidad que hoy estamos felices de compartir con todos nuestros lectores.
La vida de un chico en una pequeña población de la Provincia de Córdoba.
Según le relató Trinidad Robles, madre de Julian, al diario argentino La Voz, su hijo de 13 años de edad sale de casa todos los días muy temprano en la mañana, se para en la vía principal que conecta los centros urbanos aledaños a San Joaquín, comuna en la que vive, y espera a que algún conductor de buenos sentimientos, pare y lo lleve hasta Jovita, población en la que se encuentra ubicada su escuela, un plantel de educación especial, el más cercano a su vivienda.
Jovita está ubicada a 15 kilómetros de San Joaquín, esta es la distancia que todos los días el chico debe encontrar la manera de recorrer de ida y vuelta para poder asistir a clases y regresar a su casa en la tarde.
Para la madre del niño, la situación es muy angustiante porque si bien ella lo acompaña en la mañana, cuando él sale de la escuela le toca encontrar transporte por si mismo, lo que, por supuesto, supone un riesgo para el menor.
Trinidad resaltó que su hijo tiene derecho a viajar gratis en el trasporte público debido a una leve discapacidad cognitiva que padece, el problema es que los buses que por allí pasan son muy escasos y no transitan en las horas en que Julian sale de casa o de la escuela, por lo que debe pedir aventón a diario.
Una inesperada amiga se cruza en su camino.
Un día Julian salió de clases y se dirigió a la vía que conduce a su casa, le hizo el símbolo de parada a algunos autos pero ninguno se detuvo hasta que por fin una amable conductora de un camión, paró y le abrió la puerta de su vehículo, su nombre es Fernanda Flores.

A la mujer le causó curiosidad ver a un niño pidiendo aventón y en medio de la conversación que rápidamente inicio tan pronto el chico subió al camión, le preguntó por qué lo hacía. Julian le contó su historia y ella conmovida le pidió permiso para tomarle una foto y compartirla en Facebook para que los conductores de otros camiones que transitan por allí lo lleven cuando se lo topen en su camino.
De allí salió esta foto.
La publicación se hizo viral.
Cuando Fernanda regresó a su casa, subió la imagen con la siguiente descripción:
Atención amigos y colegas que circulan x la ruta 27…
Les presento a Julián…hoy lo conocí cuando estaba haciendo dedo en Jovita para regresar a su casa.
Julián de lunes a viernes se levanta muy temprano para hacer dedo desde San Joaquín a Jovita, para poder estudiar.. para poder terminar sus estudios en la escuela especial de Jovita, Allí está cursando el segundo año del nivel secundario y luego de clases a las 12:00 del mediodía regresa a su casa.
Les pido que si lo ven lo lleven!…son solo 15 km….hagamos un poquito más llevadero el esfuerzo que el hace todos los días!…
Pensemos que no todos tenemos las mismas posibilidades de estudiar…pensemos que pueden ser nuestros hijos.
Gracias!!
Muchas personas compartieron la historia y tanto Julian como Fernanda recibieron bonitos mensajes de apoyo, admiración y solidaridad.
Pero no sólo eso, pues la escuela en la que el chico estudia se comunicó con Trinidad y le dijo que desconocían la situación y que querían reunirse con ella para encontrar una solución para que su hijo no tenga que volver a pedir aventón para asistir a sus clases.
Esta es una historia que nos demuestra lo que se puede lograr cuando las personas se apartan de la indiferencia y encuentran la manera de apoyar con pequeños actos a quien lo necesita.
Julian, no dejes de perseguir tu sueño de ser veterinario, sabemos que un día lo lograrás!
Fuente: Fernanda Flores, La voz.