Hemos descubierto al ‘Homo luzonensis’, una nueva especie humana entra a los anaqueles de la historia.
Acorde a lo que nos han enseñado en la escuela a todos nosotros, existían cinco especies de Homo: los neandertales, los denisovanos, los hobbits de Flores, los erectus y los sapiens, esta última a la que pertenecemos los seres humanos actuales; pues bien, ahora los libros tendrán que cambiar y los maestros de las escuelas deberán actualizarse pues una nueva especie ha sido descubierta en una cueva de Filipinas, se trata del Homo Luzonensis.
Fue gracias a los descubrimientos recientes de un grupo de arqueólogos y antropólogos que encontraron a la entrada de la cueva de Callao, 13 huesos y dientes, que hoy sabemos que hace 67.000 años el Homo Luzonensis, un pariente cercano de los sapiens, caminó por las tierras que hoy dominan en su totalidad los seres humanos, nosotros.
¿Cómo era el aspecto de este nuevo pariente de los seres humanos?
Su nombre se debe a la Isla Luzón, lugar donde fueron encontrados los restos, sin embargo, no es mucho más lo que se puede establecer sobre este nuevo Homo pues los huesos hallados son muy pocos y pertenecen a las piernas por lo que se desconoce el aspecto de su rostro y la inclinación de su columna.
No obstante, los dientes de pequeño tamaño dan a entender que se trató de un ser de pequeñas dimensiones pero mucho menos desarrollado que el sapiens, pues sus pies se asemejan más a los parientes que utilizaban los árboles como elemento principal de su entorno de vida.
Mira en el vídeo a continuación algunos detalles adicionales sobre este magnifico descubrimiento:
Opiniones divididas.
Algunos científicos rechazan la idea de que los huesos y dientes hallados correspondan a un nuevo Homo y apuntan sus teorías hacía la tesis de que se trata de homínidos enfermos por lo que las variaciones encontradas en los fósiles obedecerían a malformaciones y no a evoluciones divergentes, producto del aislamiento de su entorno y la endogamia característica de poblaciones cerradas y apartadas por fronteras naturales o de cualquier otro tipo.
Sea cualquiera el caso, celebramos todos los descubrimientos que nos ayuden a armar el rompezabezas de nuestra historia y del mundo que habitamos para entendernos mejor a nosotros mismos y tal vez aprender a relacionarnos mucho mejor con todo lo que nos rodea.
Alabamos también, como siempre, a las personas que dedican su vida al descubrimiento y la formación de conocimiento común.
Fuente: NationalGeographic.