Una científica brasileña de 21 años, inventó un dispositivo para purificar el agua de lluvia por medio de radiación solar, con ello está cambiando la vida de personas que no pueden disfrutar del agua potable.
Su nombre es Anna Luisa Beserra, y en la ciencia vio la oportunidad de cambiar la vida de las comunidades de escasos recursos. Siempre soñó con ser científica y en un viaje a zonas remotas, entendió la importancia del vital liquido en las comunidades rurales menos favorecidas. ¡El agua potable salva vidas!
Poder beber agua limpia es un derecho básico que todos deben disfrutar. Pero en las zonas semiáridas del noroeste de Brasil, la escasez de agua es un problema – Le dijo Anna a ONU Medio Ambiente.
Aqualuz es el nombre de su proyecto, no es relevante el cual consiste en que un filtro innovador purifica las aguas lluvias, que son recolectadas en unas construcciones tipo cisterna a través de los rayos solares. Cuando el agua está lista para ser consumida, un indicador cambia de color.
La iniciativa que beneficia a más de 265 personas en Brasil, está a punto de llegar a otras 700. Su bajo costo, su fácil mantenimiento y su larga duración de uso (20 años) ha hecho que piensen en llevarlo a más países.
Consecuencias del agua contaminada.
El poco acceso a un servicio higiénico afecta a más de un millón de personas en Brasil.
La dificultad por acceder a un servicio de agua potable se hace más necesaria en las áreas rurales, donde las enfermedades diarreicas son la principal causa de muerte en el mundo. La pésima calidad del recurso afecta primordialmente a los niños y las personas pobres. La contaminación y el cambio climático están haciendo que el agua cada vez sea más escasa, por eso se hace necesarios este tipo de proyectos, que trabajan en distintas formas de proteger y reutilizar este preciado recurso.
Una joven promesa.
Anna ha trabajado en este proyecto desde que se graduó del colegio y hoy finalmente se ven los frutos de noches interminables de ensayos y pruebas científicas. Beserra asegura que al pasar de los años ha intentado combinar las cualidades empáticas y bondadosas de su madre, una enfermera, y la creatividad y determinación de su padre, un empresario. El ejemplo de su abuela por seguir aprendiendo cada día no podía faltar, pues tiene cinco títulos académicos y es la hora que sigue estudiando.
En septiembre de 2019, Beserra fue ganadora del premio Jóvenes Campeones de la Tierra en América Latina y el Caribe, con su inspirador invento, un reconocimiento que es otorgado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Hoy las comunidades agradecen que esta joven se haya fijado en sus necesidades y haya creado una práctica solución.
Esperamos que esta joven sirva de ejemplo para muchos adolescentes que quieran emprender un proyecto, y que en un futuro no muy lejano tengamos noticias positivas de los nuevos científicos, emprendedores y por supuesto de Anna Beserra.
Fuentes: ONU Medio Ambiente