El espíritu inquebrantable de un hombre que ama a su hijo y lo acepta tal como es.
A pocos minutos del nacimiento de Mikhail Evgenievich Anisimov, sus padres se dieron cuenta que tiene Síndrome de Down y aunque fue un niño muy deseado, su condición despertó todos los temores de un papá y una mamá que se preocuparon por el futuro de su hijo.
Una despedida fundamentada por un miedo.
Después de la alegría de tener en sus brazos el fruto de su amor y un ser que comparte un 50% de similitud con cada uno de sus progenitores, su padre Evgeny Anisimov, originario de Rusia y su madre escucharon con voz entrecortada del médico que su hijo tenía SD. Inicialmente los ojos del hombre se llenaron de lágrimas de incertidumbre y quizás tristeza, pero luego recapacitó y afrontó con mucho amor y orgullo la condición de su pequeño, finalmente ellos querían un hijo y eso le estaba regalando la vida, sin embargo, su para su esposa fue aún más difícil aceptarlo.
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Los conflictos acerca del futuro del pequeño al que llaman de cariño Mishka, empezaron a dividir a la familia y cuando padres y abuelos se sentaron a hablar acerca del futuro del bebé, la aterrada y agobiada madre manifestó su negación a criarlo e incluso trató de convencer al hombre para que lo dieran en adopción, algo con lo que por supuesto Evgeny no estuvo de acuerdo.
Evgeny les mostró la infinidad de habilidades que tiene un niño con condición especial, pero sus abuelitos maternos se negaron a entender de razones y para ellos pesó más el futuro de la joven madre que la del bebé. El padre no aceptó la solución de dejarlo en un orfanato y guiado por lo que tenía en su corazón pidió el divorcio y además hacerse cargo él solo del pequeño y así fue como se rompió la familia que inició cinco años atrás.
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Un nuevo comienzo lleno de oportunidades y aceptación.
Ella abandonó el hogar y Evgeny comprendió a la perfección sus temores, pero él ya había tomado una decisión y no tenía tiempo para lamentaciones, un nuevo ser dependía de completamente de su esfuerzo y dedicación.
Por supuesto que tuvo miedo, pero luego de leer un par de artículos positivos sobre la condición de su hijo y de recibir el apoyo de su madre y sus amigos, empezó a llevar con alegría el papel más importante de su vida: ser papá soltero. Aunque no siempre recibió buenos comentarios, él hizo caso omiso y continuó con el sentimiento de amor que tiene en su corazón, desde el día que se enteró que había dado vida a un nuevo ser.
Tengo más de un centenar de amigos, y solo cuatro de ellos después de todo dijeron: «¡Qué tonto! No le diste a un orfanato – Contó Evgeny Anisimov, al periódico ruso RG.RU.
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Tuvo momentos complicados, como lo fue el tema de la lactancia, pero contó con el apoyo de una madre que le donó su leche para que Mishka empezará a crecer sano y fuerte. Diariamente los días de este dúo se resumen en mucha actividad física, en donde el desarrollo de las habilidades del pequeño son lo primordial. Libros, piscina de pelotas y juguetes sensoriales, hacen parte de este proceso en el que ambos están aprendiendo y por supuesto afianzando su relación de padre e hijo.
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Evgeny es consciente que con el paso del tiempo vendrán nuevos desafíos, pero está preparado para asumirlos y la sonrisa de su hijo lo motiva cada día a hacerlo.
Su madre ayuda económicamente y Evgeny no descarta la posibilidad de que algún día puedan tener un tipo de relación. Por el momento él está orgulloso de crear un mundo perfecto y seguro para su pequeño hijo que ya está empezando a explorar lo que lo rodea y en el que él y su gato Matthew, están completamente felices de compartir su vida con un ser tan lindo y especial en todos los sentidos.
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Tanto padres como madres llevan de una forma asombrosa su papel, sin embargo, en ocasiones cada uno lo hace desde lo que su corazón y posibilidades se lo permiten, nadie tiene el derecho de juzgar y antes de pensarlo hacerlo hay que pensar en que algún día nosotros o una persona cercana podría pasar por esta misma situación.
Fuente: RG.RU.