Le lleva las cenizas de su esposa al médico que no la quiso atender de urgencias

La impotencia de un hombre frente a un sistema de salud injusto, indolente e irresponsable.

María Luisa Amores Blanco despertó con un fuerte dolor de cabeza justo un día antes de lograr su jubilación, jubilación que durante años había esperado para dedicarse al lado de su esposo, Germán Castellanos, a viajar, descansar  y disfrutar de la vida, más allá de las obligaciones y responsabilidades que habían regido su cotidianidad hasta ese momento, sin embargo, cuando todo parecía estar listo, un giro desafortunado del destino más la lamentable negligencia de un sistema de salud indolente pusieron fin al sueño de ambos esposos.

Un NO que resonará para siempre en el recuerdo de esa dolorosa mañana.

Ese triste día para Germán Castellanos la salida obvia, luego de que su esposa le manifestara que no soportaba el dolor de cabeza y que necesitaba ayuda, fue llevarla directamente a las urgencias del Centro de Salud de Lugones de Asturias en España, pues sabía que si se atenía al protocolo del hospital que indicaba que antes de llegar a emergencias y debido a la jerarquía de una dolencia considerada menor, debía solicitar una cita médica, la cual podría tardar como mínimo dos semanas en ser otorgada, sería demasiado tarde para ella, quien no soportaría tal espera.

Por ello, no se lo pensó más y la llevó directo al hospital, lamentablemente, en la entrada se toparon con un médico que lejos de mostrar empatía con ellos, les recordó que ese no era el protocolo y que no podía atender a la mujer por un simple dolor de cabeza por lo que debían regresar a su hogar y solicitar, vía telefónica, una cita médica.

Vinimos por urgencias para no tener que pasar por el protocolo del hospital, pero el doctor se molestó muchísimo porque teníamos que haber pedido cita, así que la mandó para casa sin atenderla. – Manifestó el señor Germán Castellanos.

A la pareja no le quedó otra salida que hacerle caso y regresar a casa, pues sus suplicas por unos minutos del tiempo de ese médico no sirvieron para nada.

No era un «simple» dolor de cabeza.

Como en muchas ocasiones, el instinto del paciente estaba mucho más cercano a la realidad que el frío concepto médico y tristemente la señora Maria Luisa Amores Blanco, de 65 años de edad, falleció tres horas después de haber regresado a su hogar sin haber obtenido atención médica, el intenso dolor de cabeza efectivamente había sido un síntoma de que algo grave le estaba sucediendo.

Para su esposo, fue el golpe más duro de su vida. Él no sólo perdió a su esposa perdió al amor de su vida, a su compañera, a su amiga…

Un potente mensaje llega a las puertas de la institución que se negó a tender a una mujer que necesitaba ayuda médica.

Con la frustración de la impotencia encima, Germán Castellanos no halló otra manera de manifestar su dolor e inconformidad con el sistema de salud de su ciudad y particularmente con el médico que se negó a atender a su esposa, que llevarle una bandeja con la urna que contiene sus cenizas, símbolo de la vida que se perdió.

El Comercio

Junto con las cenizas, Germán llevó un jabón, para que él médico limpie su consciencia, 100 euros para pagarle la consulta de tres minutos que empleó mientras les decía que se devolvieran a su casa y una invitación al hotel que gerencia, con el ánimo de que vaya y le puedan mostrar su política de atención al cliente que prioriza antes que nada el servicio humano.

Su manifestación ha sido abrazada por cientos de personas que se solidarizan con su intención de hacer visible el drama que reposa detrás del sistema de salud de su ciudad, el cual se ha visto envuelto en fuertes polémicas debido al déficit de la calidad en la atención.

Actualmente, este hombre espera los resultados de la autopsia de su esposa, para que se pueda determinar si la negación de atención del médico influyó en su fallecimiento para poder así proceder legalmente contra el profesional y la institución de salud para la que trabaja y demandarlos bajo el cargo de negligencia.

Él sabe que esto no le devolverá a su esposa, pero también sabe que es el único camino viable para hacer que las cosas cambien y prevenir que en el futuro alguien más pase por lo que ellos tuvieron que vivir.

Le hacemos llegar a este señor toda nuestra solidaridad y nuestro más sincero pésame.

Fuente: ElComercioABC.es