«Me quiero casar con ella», prepárate para el amor más inocente que hayas visto

Esta es la forma más pura del amor.

La familia de Joey no supo durante el periodo de gestación que el bebesito que con ansias esperaban tenía Síndrome de Down, fue hasta que nació que los médicos les informaron de ello y como en su familia no había precedentes, la situación los dejó un poco desorientados, sin saber muy bien cuál era la manera más apropiada de cuidar a su nuevo hijito.

Rápidamente descubrieron que las limitaciones de esta condición, están más en los prejuicios de la sociedad que en las personas que la tienen, pues los niños se desarrollan de manera bastante normal.

Erika Brooke Photography

Seis meses después, otra familia estaba viviendo exactamente la misma situación que la familia del pequeño Joey. Su bebé, una adorable niña llamada Ellie, nació con Síndrome de Down y al igual que el otro pequeño, ella no tenía ningún familiar cercano con esta condición.

Después del nacimiento de la pequeña Ellie, pasaron unos cuantos meses y un amigo que ambas familias tenían en común propuso la idea de que se conocieran mutuamente y pusieran a sus respectivos hijos en contacto. Al principio, ninguna de las dos familias se mostró muy interesada, pero debido a la insistencia del amigo común, cedieron y arreglaron un encuentro.

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Cinco minutos después de conocerse, todos estaban muy contentos de haber asistido a la reunión, pues intercambiaron historias, dudas, preocupaciones, consejos y sobre todo apoyo. Celebraron tener ahora amigos con hijos especiales y prometieron continuar en contacto para que Joey y Ellie a medida que fueran creciendo, se hicieran amigos.

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Los años pasaron y las dos familias se volvieron muy unidas y como lo esperaban, sus dos hijos son inseparables, pero no sólo eso, parecen tener un vínculo que va más allá de lo que ellos mismos pueden comprender.

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Desde que los pequeños desarrollaron conciencia, el uno hace parte de la vida del otro y si pasan mucho tiempo separados, se extrañan en extremo. Los dos niños juegan juntos y todas las mañanas Joey espera a Ellie afuera de la escuela a la que asisten juntos, cuando la ve bajarse del auto de su madre se le iluminan los ojos y le brillan con intensidad, sale corriendo a recibirla y de inmediato la toma de la mano, ella lo mira con ternura y esboza una gran sonrisa y así juntos, tomados de la mano, entran al edificio para tomar sus clases.

En las tardes suelen reunirse para jugar y hacer sus deberes escolares juntos. Son realmente inseparables. Joey es muy protector con Ellie, siempre que salen a caminar juntos la toma de la mano y va delante de ella ayudándola a bajar escalones o a sortear obstáculos del camino.

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Un día Joey en su inocencia le preguntó a su madre si cuando creciera podría casarse con sus hermanas, a las cuales adora con todo su corazón, pues ellas al ser mayores que él, lo consienten muchísimo y le dicen que es el amor de sus vidas, pero su madre le dijo que eso no lo podría hacer pues debía casarse con su mejor amiga, con la mujer que él al cerrar los ojos en la coche viera en su mente antes de dormirse.

La respuesta del niño, fue muy bonita pues no titubeó al decir que entonces esa persona era Ellie, ya que ella no sólo es su mejor amiga sino es la persona en la que siempre piensa.

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A partir de ese día, presenta a Ellie como su novia y repite constantemente que cuando crezca se va a casar con ella.

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Hace poco Joey, fue seleccionado para representar el mes de Diciembre en un hermoso calendario realizado por la asociación del Síndrome de Down, cuando se enteró pidió aparecer junto con Ellie y fue allí que nacieron estas hermosas imágenes que han capturado el inocente e increíble amor que existe entre estos dos pequeños.

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Erika Brook, la fotógrafa que realizó la sesión se conmovió mucho al ver el fuerte vínculo que unía a los dos niños y compartió las imágenes con bellas reflexiones sobre cómo nos vemos a nosotros mismos, a los demás y al mundo.

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Como fotógrafo soy testigo de muchos tipos de amor. Pero en mis 28 años de vida, no estoy segura de haber visto un amor tan puro.

Ellos siendo niños son todo lo que se podría esperar de los adultos. En esa corta hora, me animaron a ser una mejor versión de mí misma, a elegir ver lo bueno y amar un poco más desinteresadamente. Si todos viéramos el mundo tan puramente como lo hacen Ellie y Joey, sería un mundo hermoso.

Para Joey y Ellie, su amor es incondicionalmente. Realmente muestran a sus familias y a los demás, que el amor es lo único que importa.

Es como si ellos supieran algo que nosotros no sabemos. – Le dijo a Love What Matters.

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Fuente: LoveWhatMatters.