Pareja mayor de 80 años enfrentan juntos al Coronavirus y salen triunfantes

Enfrentaron esta dura prueba como enfrentaron todo en su vida, uno al lado del otro.

El Coronavirus ha afectado gravemente a la población mayor alrededor del planeta. Al ser una enfermedad que debilita el sistema inmune, el tener otras condiciones y padecimientos, aumenta el riesgo de adquirirlo y entrar en condiciones críticas es más probable, es por eso que los gobiernos de todo el mundo han cuidado con especial recelo a sus poblaciones de la tercera edad.

Esta es la historia de una pareja que lo superó y salió triunfante como muestra de su gran amor.

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Superando obstáculos desde el inicio.

En 1950 durante las fiestas en un pequeño pueblo de Salamanca, España, José Prieto intentó el primer acercamiento con Guadalupe Mata, al llegar allí para ganar algo de dinero con su hermano, ambos músicos. En la mula, propiedad de ella, intentó montarse e impresionarla terminando en el suelo y golpeado, sin embargo, su plan funcionó y mediante cartas y salidas, se hicieron novios.

Las circunstancias de la época los separaron físicamente cuando Guadalupe se fue a vivir a Madrid para trabajar como ayudante en las labores de la casa de una familia adinerada. A pesar de la distancia mantuvieron su amor y en 1955, después de varios intentos, se casaron conformando una familia ese mismo año cuando nació su primera hija, Maite.

La vida rodeó a José de mujeres, pues no tardaron mucho tiempo en tener 7, todas concebidas mientras se llevaba a cabo la búsqueda de un varón que nunca llegó.

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Alarmas encendidas.

El 4 de marzo, José, que tiene 89 años y que ha tenido varias complicaciones de salud, empezó a provocar preocupación en su esposa y sus hijas cuando dijo sentirse indispuesto por una tos y fiebre que no se iban. Al día siguiente fue llevado al médico por una de sus hijas para verificar que todo estuviera bien, en ese momento el profesional solo le recetó un par de antibióticos para acabar con la infección que pensó que lo estaba atacando, pero el resultado no fue el esperado. Cuatro días después, el 8 de marzo, José y Guadalupe celebraban sus 65 años de casados pero los síntomas de él permanecían, por lo que fue llevado al hospital de Alcalá donde después de varios días de chequeos y  pruebas fue ingresado el 14 de marzo tras dar positivo para Coronavirus.

Su situación era preocupante por su edad y por sus dolencias previas, pues, tras haber sufrido un ictus en 2012, su cuerpo había quedado con secuelas notorias.

Aunque Guadalupe estaba angustiada y pedía permanecer a su lado, las peticiones médicas eran claras: debían permanecer separados mientras él estuviera contagiado. Guadalupe, al verse sola en el hogar que compartía con su esposo, decidió mudarse temporalmente a casa de una de sus hijas en la capital, Madrid. Ya instalada allí y casi como una obra del destino, empezó a tener los mismos síntomas, de inmediato fue trasladada al hospital donde permanecía José para confirmar que también padecía del virus.

Obra del amor.

Cuando Guadalupe se enteró de su contagio, no quiso otra cosa más que estar con José. Sin embargo, para evitar riesgos ambos se encontraban en distintos pisos. A pesar de lo difícil que era su situación, el hombre hizo la petición a sus médicos de poder llevar a su esposa a la misma habitación, quienes después de pensarlo y evaluar los riesgos existentes, dieron luz verde a que pudieran encontrarse de nuevo después de varios días separados, esto por la angustia de no saber cómo estaba el otro, que también podía influir negativamente en la baja de su sistema inmune.

Cuando están en habitaciones diferentes, uno está pensando todo el rato cómo estará su pareja. Son matrimonios que llevan toda la vida juntos, saben que el otro está mal y ni se preocupan de sí mismos, solo le importa cómo estará el otro y no saberlo le desespera. Nuestra política es reunirlos siempre y cuando su estado de salud, dentro de la enfermedad, no comporte riesgos. En este caso, Guadalupe estaba mejor y más activa que José, que estaba más enfermo. Tanto es así que cuando a ella le podían haber dado el alta, respondió que solo se iría con él. –Comentó un vocero de la clínica a El País.

Álvaro García

A pesar de que fue a José a quien el virus golpeó con más fuerza, Guadalupe nunca pensó en dejarlo solo y pidió ser aislada y cumplir la cuarentena estrictamente para estar a su lado a pesar de no tener síntomas latentes.

El 30 de marzo, después de 15 días de confinamiento en el hospital juntos, fueron hechas pruebas que, esta vez, dieron negativo, milagrosamente y a puertas de llegar a los 90 años, la pareja superó el virus con el inmenso amor que se tienen el uno al otro, pudiendo regresar a su casa en Guadalajara a seguir disfrutando de la compañía del otro. Un cuadro que nos da esperanza en tiempos difíciles.

Fuente: El País.