Se ofreció a tener el bebé de otra mujer para ayudarle a realizar su sueño de ser mamá

No existe mayor satisfacción que ayudar a otra persona a ser feliz.

La fecundación In Vitro es un método muy seguro para concebir hijos, aquí el problema fue de los doctores que cometieron un error en el proceso que conllevó terribles consecuencias.

Esta historia comenzó en Ohio – Estados Unidos hace más de 20 años cuando Carolyn y Sean Savage contrajeron matrimonio, desde que se conocieron se prometieron amor para toda la vida y formar una numerosa familia. Ambos deseaban con todo su corazón tener muchos hijos.

A pesar que concebir fue un poco más difícil de lo que pensaban, con amor, paciencia y tiempo lograron tener su primer hijo a quien llamaron Drew…

…y que ahora es ya todo un hombre.

Un par de años después nació su hermano, las cosa parecían pintar muy bien y todo indicaba que ese fuerte anhelo que ambos tenían de formar una gran familia se iba a realizar y que las dificultades iniciales sólo habían obedecido a su juventud y falta de experiencia.

Pero aunque lo intentaron de forma persistente, luego del nacimiento de su segundo hijo no les fue posible volver a quedar en embarazo. A pesar de que estaban ocupados criando a sus dos hijos y que los amaban con toda la fuerza de su corazón, deseaban ampliar su familia, no querían renunciar a su sueño de tener la casa llenada de niños corriendo por todo el lugar, entonces tomaron una decisión radical al respecto.

Si la naturaleza no les permitía tener más hijos ellos hallarían la manera de lograrlo y para ello acudieron a la ciencia. Los dos chicos que para ese momento ya eran unos adolescentes estaban felices de tener más hermanos y gracias a la diferencia de edad podrían cuidarlos y protegerlos junto con sus padres.

Pese a las dudas y los miedos que la pareja tenía, con valentía y tomados de la mano acudieron al consultorio de un reconocido médico especialista que ofrecía entre sus servicios fecundación In Vitro, la cual consiste en formar un embrión, a partir del espermatozoide del padre y el ovulo de la madre, fuera del vientre para luego insertarlo en el útero y que lleve allí su desarrollo natural.

Se estima que la eficiencia de este método es  superior al 61% y son miles los testimonios de parejas que no lograron engendrar por años y que luego de someterse al procedimiento hicieron realidad el sueño de ser padres.

El procedimiento no fue exitoso al primer intento, pero luego de unos meses, todo era felicidad: Carolyn después de largos años y gracias a la fecundación In Vitro estaba embarazada nuevamente!! En esta ocasión esperaban una niña, su primera hija.

El embarazo fue completamente normal, no hubo ningún tipo de problema y luego de nueve meses tenían a su bebé entre sus brazos. La familia era cada vez más grande, justo como querían y la niña crecía formidable.

Entonces, sintieron que querían más. Pensaban que la niña necesitaba otro hermanito o hermanita que estuviera más cerca de su edad para poder jugar y compartir cosas que no podía hacer con sus hermanos mayores. La experiencia de la fecundación In Vitro había sido tan positiva que no dudaron en acudir de nuevo al exitoso método. No se imaginaban lo difícil y doloroso que iba a ser en esta ocasión intentar tener otro hijo y menos sabían la gran angustía que tendrían que vivir.

Como en su intento anterior, del cual nació su adorada hija, por protocolo los médicos habían formado varios embriones por si los primeros no funcionaban, los padres pidieron que se utilizara alguno de los cuales no había sido requerido y que permanecía de cierta forma esperando una oportunidad para convertirse en bebé.

Nuevamente el proceso de fecundación fue exitoso pero a los pocos días de que recibieran la feliz sorpresa del nuevo embarazo, les notificaron que los doctores habían cometido un terrible error: habían confundido un embrión de otra pareja y lo habían insertado en el útero de Carolyn. Ese era el bebé que estaban esperando, el niño de unos desconocidos.

La noticia devastó a la pareja de esposos, tanto dinero y tiempo invertidos en tener a su cuarto hijo y ahora resultaba que era un error.

Por días estuvieron deprimidos y desolados, pero entonces cayeron en cuenta de que tal vez nunca más podrían volver a tener la oportunidad de un nuevo embarazo y que seguro los verdaderos padres de ese niño tenían tanta ilusión como ellos en ser padres. No era justo simplemente deshacerse de esa vida que día a día crecía en el interior de ella.

A pesar de que los doctores habían fecundado en su vientre un niño que no era su hijo, decidieron que tendrían a ese bebé. Se pusieron en contacto con los padres biológicos y estos aceptaron felices que Carolyn llevara a termino el embarazo que ellos aún no podían lograr. Dijeron que estaba al borde de renunciar para siempre a la idea de ser padres ya que de ninguna forma el tratamiento daba resultado en ellos.

Luego de nueve meses tuvieron a Logan, el bebé de otra pareja. La mujer que lo trajo a la vida, lo cuidó mientras fue necesario, pero al poco tiempo fue entregado a sus verdaderos padres, quienes lo esperaban ansiosos y felices de tenerlo con ellos. Actualmente Sean y Carolyn lo visitan frecuentemente porque de cierta forma también es su hijo, un niño con cuatro padres.

Pese a la difícil experiencia que vivieron, su generosidad les permitió ver que la situación podía tener una aspecto positivo y era ayudar a otra familia. Al final, el resultado de haber dado a luz nuevamente, esta vez para cumplir el sueño de unos extraños de traer a su hijo al mundo, fue tan bonito que sus ganas de tener un cuarto hijo no se desvanecieron, sino que por el contrario, se reforzaron.

Ello los llevó a someterse nuevamente al procedimiento y esta vez la noticia también fue impactante, pero los hizo inmensamente felices, no sólo estaban esperando un cuarto hijo, ella estaba embarazada de dos niñas, unas gemelas preciosas.

Y para rematar y demostrar que son padres incansables, luego de unos años tuvieron, también por fecundación In Vitro, a su sexto y último hijo.

Finalmente su sueño se hizo realidad, Carolyn dio a luz siete veces en total y con seis hijos lograron tener la gran familia que siempre desearon. Su hijo mayor se lleva más de 20 años de edad de diferencia con el menor y aunque al principio parecía que no tendrían más de dos las fotos demuestran que con un poco de ayuda todos los sueños se pueden volver realidad.

Ahora confiesan que esperan con ansias pronto ser abuelos y que están muy ilusionados con que sus hijos mayores les den en los próximos años los nietos que conviertan a esta numerosa familia en toda una dinastía.

Fuente: AbcNews, DailyNews, DailyMail.