Él sabía que el dinero era un préstamo para su casita.
Una mujer y su hija tomaron un taxi en la ciudad de Medellín en Colombia para trasladarse a su hogar, durante el recorrido entablaron una amistosa conversación con el conductor del vehículo a quien le contaron que estaban felices pues habían retirado el dinero de un crédito otorgado por su entidad bancaria para realizar unas remodelaciones en su vivienda. Luego de finalizado el recorrido y una vez en su destino, las pasajeras se bajaron del automóvil sin darse cuenta que habían olvidado en él, una bolsa negra que traían consigo.
El conductor del vehículo continúo su rutina de manejo por la ciudad buscando nuevos pasajeros, pero antes de que alguien más subiera a su auto se percató que en el asiento de atrás, sus últimas pasajeras habían dejado una bolsa de color negro. Al comienzo se asustó porque no sabía qué podía contener el sospechoso paquete, por lo que decidió comunicarse con sus compañeros de trabajo para que le aconsejaran qué hacer.
Una sorpresa millonaria.
Cuando varios de ellos se reunieron y abrieron la bolsa, descubrieron que en su interior había alrededor de 12.500 dólares, una cantidad considerablemente alta de dinero en efectivo.
Lo primero que pensó Alex Fabio Marín, el conductor del taxi, fue tomar el dinero y con él comprar su propio vehículo, ya que el que maneja le pertenece a un tercero, por lo que las ganancias de su trabajo deben ser repartidas. Con ello su economía mejoraría notablemente.
Sin embargo, apartó la idea de su cabeza, pues él sabía que ese dinero no le pertenecía, pertenecía a la madre e hija que hacía menos de una hora se habían subido a su vehículo y que con felicidad le habían contando cuán entusiasmadas estaban de poder realizar las refacciones que su hogar necesitaba.
Gracias a sujetos como él nos podemos permitir pensar que la palabra honradez aún tiene significado.
Les dijo a sus compañeros que devolvería el dinero y estos lo apoyaron en su decisión.
De inmediato se subió a su vehículo y se dirigió a la dirección donde anteriormente había dejado a las pasajeras. Cuando llegó encontró entre lágrimas a la desconsolada mujer y su hija, quienes se lamentaban por haber perdido el dinero.
Afortunadamente, el conductor del taxi volvió para regresarles la alegría.
Luego de hacerles unas preguntas para corroborar que efectivamente la bolsa negra les pertenecía a ellas y no a otros pasajeros que se hubiesen subido antes, les entregó el dinero, completo, sin que hiciera falta ni un centavo. La señora lo abrazó con emotividad, le agradeció su increíble acción y en reconocimiento le dio alrededor de 65 dólares.
La historia se conoció gracias a las redes sociales donde sus compañeros se encargaron de resaltar sus acciones, recordándonos a todos que la honradez aún existe.
Mira en el vídeo a continuación una entrevista que un canal de noticias local le realizó a este héroe sin capa.
Fuente: NoticiasCaracol.