8 Consejos para lograr que tu hijo haga sus deberes

Esto es lo que hacen en Japón para lograr que sus hijos sean disciplinados desde pequeños.

La primera infancia es vital para el aprendizaje, es aquí donde los niños graban en su mente las cosas importantes, están aprendiendo qué es el mundo y absorbiendo todo lo que les rodea como si sus cabecitas fueran esponjas. Por ello, depende de los padres enseñarles buenos hábitos y nociones para que estos los acompañen el resto de sus vidas.

En consecuencia, es muy importante que la responsabilidad sea inculcada desde que son muy pequeños, por supuesto, comprendiendo que son niños y no deben estar todo el tiempo dedicados a los deberos, sino que debe ser un balance entre esto y los tiempos destinados para el juego y el descanso.

A continuación, podrás encontrar 8 consejos para lograr que tu hijo haga sus deberes.

Pon tú el ejemplo. Empecemos por el principio. Ya dijimos que los niños están observando su entorno y aprendiendo de él. por ello es indispensable que vean en ti una persona que cumple con sus deberes, que es ordenado, que limpia lo que ensucia, que lee y que es disciplinado; de esta manera tu hijo te imitará y lograras en él inculcar las herramientas que le permitirán desempeñarse con éxito en la vida.

Determina un número pequeño de deberes. Asignar una cantidad determinada de tareas es importante, piensa que el que mucho abarca poco aprieta, es decir, no pretendas que tu hijo desde un inicio haga de todo, vé por metas pequeñas y aumente de a poco. Además, para tu hijo será más fácil identificar unas cuantas tareas que una avalancha de deberes que ni siquiera logra entender y mucho menos memorizar. No lo aturdas ni sobrecargues.

Habla con ellos. En muy importante que les expliques qué es lo que buscas cuando les pides que realicen una tarea determinada. Diles que lo haces por su bien y convencelos de que hacer los deberes es algo positivo e incluso divertido. Pregúntales, ayúdalos a que ellos mismos lleguen a la conclusión de que es mejor, por ejemplo, recoger los juguetes que dejarlos tirados por todos lados.

Dedícales el tiempo necesario. No pretendas que educar a tus hijos sea una tarea fácil y mucho menos rápida, por supuesto, requiere esfuerzo y tiempo. Captar la atención de los niños no es fácil, por eso no te frustres cuando no te escuchan, sigue intentando y ten mucha paciencia.

Crea rutinas. En la edad temprana las cosa se adhieren con más fuerza de lo que lo harán con el tiempo, sin embargo, parte del proceso de adhesión de las nuevas ideas y conceptos provienen de la repetición. Esto sucede con todas las especies. Hacer una y otra vez la misma cosa hace que el individuo se acostumbre a ello y tome lo que está haciendo como algo natural. Establece horarios y rutinas para hacer cada cosa, por ejemplo tender la cama, y no faltes a ello, pues repitiéndolo una y otra vez se arraigará en tu hijo como parte de su día a día.

Sé constante. Como ya lo mencioné, uno de los puntos calves es la constancia. De nada sirve que le expliques a tu hijo la importancia de hacer determinada tarea a diario si al otro día de impartida la lección tu lo dejas y ya. Aunque tu hijo se oponga y a ti te signifique un esfuerzo extra, debes permanecer apegado a la rutina e invitarlo a cumplir una y otra vez con los deberes asignados.

Prémialos. Aunque la comparación pueda resultar un poco odiosa para algunos, los animales en su proceso de aprendizaje, reafirman las cosas buenas mediante las recompensas y los humanos, sobre todo en la edad temprana, también lo hacemos. Un abrazo, una golosina saludable, un tiempo de juego, una risa, son cosas que lo van a estimular luego de cumplir con un deber, así que no dejes de reconocerlo y aplaudir sus logros y avances.

No los regañes. De la misma manera que ellos pueden asociar el deber cumplido con algo positivo, el regaño luego del fracaso sólo generará en ellos emociones negativas. tenles paciencia y explícales con amor la importancia de que logren lo que tiene que hacer o lo que ellos mismos se propongan.