‘Parásitos’ logra que Seúl mejore calidad de vida de los ciudadanos que viven en sótanos

Vivir en estos subterráneos será más digno después de la exitosa película del director Bong Joon-ho.

La película llamada ‘Parásitos’ fue estrenada en mayo de 2019 en el Festival de Cannes y desde ese momento, se hizo un fenómeno mundial que muestra la desigualdad, la crisis del capitalismo reflejada en la sociedad de Corea del Sur y todas sus contradicciones al ser un país tomado como ejemplo en todo occidente.

Gracias a esta producción audiovisual que, en febrero de este año ganó el premio Óscar a mejor película, el resto del mundo pudo conocer que el gigante asiático afronta una crisis de vivienda que ha llevado a la gente durante décadas a vivir en el subsuelo.

Parasite

Banjihas, la solución a una expansión masiva y desigual.

Durante la década de los 70, el país reformó sus códigos de construcción para hacer que cada edificio tuviera un sótano ante posibles ataques de su vecino, Corea del Norte, con quienes la disputa por territorio y política era, y sigue siendo, una constante. Fue allí cuando nacieron los banjihas, estos espacios adaptados para estancias cortas de verdadera emergencia. Sin embargo, aunque al principio su alquiler era ilegal, en los últimos años la crisis económica y de vivienda ha llevado a que las personas con menos recursos económicos los adapten y los usen como apartamentos para suplir su necesidad de tener un hogar.

BBC

Debido a todas las críticas y elogios que se llevó la obra audiovisual del director Bong Joon-ho, el mundo entero y en especial, el gobierno del país asiático, entraron en alerta. Por esto, el ente metropolitano de Seúl, la capital del país, junto con Korea Energy Foundation, presentaron un subsidio que, a partir de marzo, podrán solicitar las personas que ganan menos del 60 por ciento del ingreso medio para un hogar y que viven en estos sótanos.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

La película no muestra nada distinto a lo que en realidad se vive en el subsuelo de Seúl y el resto del país. Los banjihas son espacios donde la luz solar es casi inexistente, la humedad y las inundaciones están a la vuelta de la esquina, entre otras muchas complicaciones como: una ventilación deficiente, privacidad inexistente y problemas físicos como dolores de espalda por habitar espacios en los que no se puede andar totalmente erguido.

El subsidio pretende mejorar algunos de estos problemas al dar a cada beneficiario hasta 3 millones de wones, moneda del país, para mejorar los sistemas de calefacción, cambiar los pisos e instalar deshumidificadores, ventiladores, ventanas y alarmas contra incendios.

Los beneficios serán aumentados con el paso de los años y tal vez, cuando estos sean instalados en cada sótano en el que vive un joven o una familia en Seúl, podremos dejar de ver como una realidad cruda las imágenes de desigualdad monetaria y social plasmadas en el aclamado film.

Fuentes: The Korea Herald, Los Angeles Times