Así queda tu rostro cuando llevas todo el día luchando contra el Coronavirus

Valientes…

En un importante momento para el mundo, el personal médico que muchas veces damos por sentado se convierte en la principal línea de defensa contra el virus. Son los momentos indicados para entender que cada uno de estos seres humanos, su vocación y su juramento por proteger la vida son indispensables para el funcionamiento de la sociedad en la que vivimos, hoy más que nunca su trabajo debe ser reconocido y valorado de la mejor manera.

Paolo Miranda

El esfuerzo que pocos conocen.

La emergencia sanitaria que ha provocado el Coronavirus ha traído imágenes sin precedentes en el mundo entero. Es verdad, nunca antes todos nos habíamos unidos a enfrentar un enemigo en común y es precisamente eso lo que ha generado una avalancha de reconocimientos para toda la gente involucrada en el tratamiento médico que requieren los infectados, desde los paramédicos y enfermeras, hasta los médicos de urgencias y los especialistas, todos han volcado sus labores en atender a los enfermos que tienen un crecimiento exponencial con el paso de los días.

AFP

Aunque el epicentro en Asia, Europa y Estados Unidos es el más afectado, todos los médicos en el mundo están doblando sus esfuerzos para contribuir con la lucha. Con turnos de más de 12 horas, con poco equipo de protección, con la invasión de emociones que el agotamiento, la carga laboral y las historias de cada paciente les genera y con sus propias luchas personales, estos hombres y mujeres son los verdaderos protagonistas de esta historia que, por fin, los pone como parte vital de la sociedad.

Heridas de guerra.

Algunas de las fotos de los médicos en la mitad de sus turnos o al finalizarlos han dado la vuelta al mundo desde que inició la pandemia. Sus esfuerzos se ven reflejados en las marcas de su rostro, el equipo que los acompaña en los largos turnos deja huella e incluso, heridas y moretones que no importan mucho a la hora de seguir cumpliendo su trabajo. Sin embargo, detrás de esos golpes también hay familias que esperan que ellos vuelvan sanos y salvos. Dos de estas selfies mostrando la brutalidad del trabajo indispensable que hacen, se han vuelto virales.

Nicola Sgarbi, un italiano de 35 años es uno de los médicos que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital civil de Baggiovara en Módena, Italia. El 13 de marzo después de un turno de doce horas, se sentó en un rincón, se quitó la protección y tomó una foto de su rostro, visiblemente afectado por el trabajo que desde hace unos meses se convirtió en su realidad.

Nicolás Sgarbi

Principalmente tomé la foto por dos razones. Primero, para enviársela a mi pareja, para decirle que había terminado mi turno en el trabajo y que iba camino a casa, ligeramente magullado. En segundo lugar, mostrársela a mi hija de 1 año cuando haya crecido. Le contaré sobre este momento. -Escribió Sgarbi a CNN.

Si en Italia llueve, en China no escampa. Han sido los trabajadores de la salud en el país asiático los que han puesto el ejemplo para las demás regiones en el mundo a las que el virus ha ido golpeando progresivamente. Una de las historias sobresalientes es la de la enfermera Cao Shan en Wuhan, zona cero del brote. Ella y su esposo médico trabajan el el hospital Jinyintan y han dormido en su carro durante toda la emergencia para evitar contagios, desplazamientos largos y poder ofrecer su lugar en uno de los hoteles destinados para el hospedaje de los que luchan contra la crisis sanitaria. Sin embargo, sus marcas, lejos de ser un recordatorio de una hazaña heroica son la muestra de un sacrificio diario que tiene lejos su final.

No son las condiciones necesarias.

Aunque sabemos que son héroes sin capa, este es un trabajo que nace por una vocación y pasión hacia el cuidado de los demás, sin embargo, en el proceso que estamos viviendo no podemos olvidar que ellos también merecen trabajar bajo condiciones humanas y seguras. El debate abierto por el virus ha hecho que se discuta si en realidad tienen sueldos dignos, buenos descansos, protección necesaria y un reconocimiento esencial por parte de la sociedad.

Alessia Bonari Instagram

Es verdad que son la primera línea en la lucha contra esta enfermedad, pero a diario tenemos que recordar que la discriminación, el trabajo sin condiciones dignas y la exposición a la enfermedad también los hace mártires. Es momento de darles reconocimiento y el lugar en la sociedad que merecen.

Fuente: CNN