El héroe de este niño es el recolector de basura, quiere ser recolector también

Algunos menosprecian el gran trabajo que hacen los recolectores, este chico no.

Wolfgang Reader, es un niño que vive con su familia en Toronto, Canadá. A penas tiene tres años recién cumplidos y ya sabe que quiere ser cuando sea mayor: conductor de un camión de basura, decisión que ha tomado, gracias a la buena relación que ha establecido con dos trabajadores de la empresa de gestión de residuos Green For Life Environmental (GFL).

Un sentimiento de agradecimiento convertido en amistad.

Los días viernes el camión de GFL suele pasar por la casa de Wolfgang o Wolfy, como lo llaman de cariño sus conocidos. Sabiendo que es una acción recurrente y fija, hace unos meses, el niño puso un letrero en el césped de su casa para los recolectores como símbolo de agradecimiento por su labor el cual decía: ‘Gracias trabajadores esenciales’.

Desde ese día, Wolfy, se ganó el cariño de los hombres que a bordo del camión limpian su ciudad, sin embargo, dos de ellos entablaron una amistad especial con el menor: DJ y Drew.

Cada viernes, el pequeño espera que sus dos amigos toquen la bocina del vehículo cuando están cerca de su casa para salir a saludarlos alegremente, chocan sus manos, les muestra sus juguetes, hablan un rato y luego los trabajadores se marchan para seguir con su labor.

Esta misma acción se ha venido llevando a cabo durante un tiempo y no hay viernes en que el emotivo encuentro no se dé. DJ y Drew, se han convertido en personas especiales para Wolfy, tanto así que cuando sus padres le dijeron que solo podría invitar dos de sus amigos para compartir su torta de cumpleaños, él sin pensarlo escogió a los dos trabajadores de la empresa de limpieza.

Una invitación especial se convirtió en un momento inolvidable.

En realidad hay una linda amistad entre estos tres amigos que se hacen llamar ‘manada de lobos’, por lo que la abuelita del niño pensó en ellos para darle una sorpresa a su nieto bastante especial en su cumpleaños número tres.

Por medio de una carta, la mujer contó la historia de amistad entre Wolfy, DJ y Drew a las directivas de su ciudad, solicitando también en ella, autorizar al camión de basura pasar por su calle el 09 de septiembre, día de la celebración.

Fueron varios días a la espera de una respuesta, hasta que un día un hombre se acercó a la casa de los Reader para decirles que quizás su deseo podría hacerse realidad, probablemente un camión recolector pasaría el día del cumpleaños por la casa de Wolfy.

Finalmente el día llegó y su madre, Julia Reader y el resto de la familia, decoró para la pequeña celebración con una temática de camiones de basura, pero cuando el niño se encontraba esperando a sus dos invitados especiales ocurrió algo que lo dejó sin palabras.

A pesar de que la fecha cayó un día miércoles, sorprendentemente la bocina del vehículo de limpieza estaba sonando y cuando el pequeño salió de su casa para ver de qué se trataba, se llevó la grata sorpresa de que su amigo Drew y otros trabajadores, venían en cuatro camiones de basura con una misión especial: saludarlo por su cumpleaños.

De repente, comenzó el ruido y se veía venir por la calle cuatro camiones de basura haciendo sonar sus bocinas – Dijo Julia Reader a CBC News.

La sonrisa de un niño feliz vale muchos esfuerzos.

Wolfy parecía no creerlo a pesar de que estaba saludando a los trabajadores alegremente con su manito, mientras pasaban por el frente de su casa y aunque su amigo DJ no pudo asistir porque estaba de vacaciones, el menor agradeció los presentes que le llevaron con mucho cariño. Pero quizás el mejor momento fue cuando uno de los hombres, lo dejó tocar la bocina, algo que de seguro él había soñado hacer algún día.

Los chicos llegaron con regalos, gritaron por las ventanas y se tomaron un tiempo para jugar con Wolfy. ¡Incluso llegó a tocar la bocina! – Escribió Julia Reader en su cuenta de Facebook.

Luego del emocionante momento, Drew, pudo estar un rato con su amigo para jugar con él e incluso tomarse una foto donde el niño luce uno de sus regalos especiales: una camiseta del uniforme de la empresa de servicios de limpieza. Wolfy estaba realmente feliz, luciendo su nueva prenda y recibiendo consejos de un experto para cuando le llegue su hora de manejar su propio camión de basura, si esa es la profesión que finalmente quiere ejercer.

Drew salió, lo que Wolfy reconoció de inmediato. Me alegré mucho de verlo y se tomó el tiempo para jugar con él en los camiones de basura. Estuvieron aquí durante una buena media hora, 45 minutos, simplemente tomándose un tiempo. Es hora de hacer feliz a un niño. Y él nunca lo olvidará. Sí,  fue genial – Contó Julia Reader al medio de comunicación.

Esta imagen cierra la celebración del día y deja ver lo sencillo que es hacer a un niño realmente feliz.

La divertida historia que fue compartida por la madre del homenajeado, tuvo cientos de reacciones positivas, al mismo tiempo que muchos internautas aplaudieron la importante labor de los trabajadores de limpieza de todo el mundo.

Fuente: Julia ReaderCBC News.