Escapó con ella a los 16 para darle 81 años de amor verdadero.
Faustino y Estefanía están cercanos a cumplir, él 103 años y ella 101, pero son más de 85 los que llevan juntos. Su historia comenzó en una época muy distinta a esta donde las costumbres eran muy diferentes y no existían los largos noviazgos, ni el tiempo para conocerse mutuamente como hoy en día.
Generalmente, un pretendiente que gustaba de una mujer se dirigía al padre de esta y le pedía su mano, si el padre consideraba que era un buen partido para su hija le otorgaba el permiso de casarse con ella, de lo contrario sería tajante en su negativa, todo esto sin importar en lo más mínimo lo que la mujer en cuestión quisiera. Nadie le preguntaba si estaba de acuerdo, si el hombre que la pretendía le gustaba, nada… el matrimonio era un asunto completamente pragmático, más parecido al cierre de un negocio que a la importantísima decisión de compartir una vida entera al lado de otra persona y juntos formar una familia.
Faustino en ese momento era sumamente pobre, no tenía nada tan sólo lo que llevaba puesto y ningún padre lo consideraría un buen partido para una hija, él lo sabía muy bien, pero el día en que vio a Estefanía quedó completamente enamorado de ella, fue amor a primera vista por parte de él, sin embargo, ella no estaba tan convencida.
Estefanía no sabía nada de la vida, siempre había estado bajo la protección de sus padres, vivía en la calma y seguridad propia del campo en una pequeña población llamada Villa del Carbón en México. Para ese momento apenas tenía 16 años de edad, hoy la consideraríamos tan sólo una niña, pero para la época ya estaba en edad de contraer matrimonio. Faustino por su parte tenía 19 años en ese entonces.
Ella encomendaba su vida a Dios y estaba totalmente dispuesta a seguir sin cuestionar sus designios. Cuando conoció a Faustino no sintió nada por él, pero sabía que casarse no era una decisión que estuviera en sus manos. Esperaría a ver el tiempo que caminos le abría.
Entonces, un día sin más ni más, el joven de 19 años tocó la puerta de su casa, entretuvo a sus padres y cuando estos se distrajeron, se escabulló hasta la habitación de Estefanía y le confesó su amor, le dijo que era muy pobre pero que la amaba con todo su corazón y que deseaba que ella fuera su esposa. No obstante, él sabía muy bien que el padre de ella no lo aceptaría por lo que en ese momento optó por robarse a su futura mujer.
Como ya lo mencioné, en ese tiempo las hijas les pertenecían a sus padres y con o sin el consentimiento de ellas, cuando se las llevaban se constituía en un robo al padre de la chica con la que huían.
Estefanía no sabía muy bien lo que hacía, pero su corazón le dijo que siguiera a aquel intrépido joven, alistó su ropita y ambos escaparon juntos. 85 años después de ocurrido el robo de su mujer, les contarían a sus incontables descendiente la historia de cómo se conocieron y como juntos huyeron para formar su inmensa, pero amada familia.
Mira en el vídeo a continuación en qué termino esta historia de amor y cuéntanos si conoces un matrimonio tan ejemplar como el de Faustino y Estefanía.
Una vez dejaron la casa paterna de ella, se escondieron de la gente y como no tenían dinero para celebrar una boda, se casaron por lo civil. Desde ese mismo día son inseparables, tienen un matrimonio de más de 85 años, basado en el amor y en el respeto, además muy prolifero… tienen 11 hijos, 68 nietos, 114 bisnietos y 21 tataranietos. Entre ellos solos podrían formar un batallón.
Con infinito amor ambos recuerdan como hace tanto tiempo comenzó su historia y narran dulcemente que jamás se han agredido, que nunca han pasado una noche uno lejos del otro y que ahora esperan ambos, tomados de la mano el momento de partir juntos hacia una nueva aventura más allá.
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Fuente: Primer Impacto, Upsocl