Lo salva de las calles, pero también lo salva del miedo en su interior con un abrazo… héroe.
No siempre los intercomunicadores policiales anuncian robos, peleas y situaciones al margen de la ley, de vez en cuando los miles de policías alrededor del mundo, deben atender circunstancias distintas y como en este caso dejan ver su lado más humano, ese que guardan bajo el uniforme durante su jornada laboral para mantener el orden público.
Un compromiso social y personal.
El nombre del valiente uniformado de nuestra historia de hoy es James Hurst, un hombre de 34 años, veterano del ejército de Estados Unidos y que al retirarse se unió a la Policía Metropolitana de Savannah, en Georgia, Estados Unidos.
Diariamente divide su tiempo entre sus dos hijos, su esposa y la institución a la que ha jurado servir con lealtad y solidaridad hasta la jubilación, pero en esta ocasión demostró que la segunda palabra elegida para para describir su compromiso con el cuerpo de policía sería la que también lo definiría a él.
Un día alrededor de las 9:30 de la mañana, James Hurst fue enviado junto con algunos compañeros a corroborar la veracidad de una foto de un niño durmiendo en la calle, la cual había sido enviada al Departamento de policía, por un transeúnte mientras caminaba por un vecindario llamado Cuyler-Brownsville, una zona problemática de la ciudad.
La seguridad y bienestar del niño preocupó a los uniformados los cuales actuaron al instante. Al llegar al lugar los oficiales se encontraron con la escena de un pequeño de alrededor de un año y medio, llorando y confundido, sólito en la calle. Por supuesto, nadie sabía de dónde venía, ni cuánto tiempo estuvo caminando por las peligrosas calles de la ciudad, por lo que era necesario llevarlo a un hospital para cerciorarse que todo estaba bien.
Aunque Hurst, sus compañeros y los médicos fueron muy amigables con el menor, él estaba asustado, confundido, no paraba de llorar y como mecanismo de defensa se molestó, pero James actuó de la mejor manera, pues siendo padre de dos niños sabía cómo lidiar con circunstancias como esas. El uniformado alzó al menor, lo abrazó, le explicó que todo estaría bien y al cabo de unos minutos, el pequeño se quedó dormido en sus brazos, por comodidad, el policía decidió sentarse en la camilla por un rato.
El niño, obviamente, siendo tan pequeño, se enojó mucho. Estaba llorando. Sollozaba. Le pregunté al personal del hospital si podía sostenerlo para consolarlo y calmarlo un poco, a continuación recibió atención médica y dijeron que estaba bien. Así que lo recogí, minutos después, estaba dormido en mi pecho y con toda mi armadura y mi cinturón de armas, se volvió muy pesado al sostener a este niño pequeño, entonces fue cuando decidí sentarme en la cama y hacerlo más fácil para él y para mí – Contó James Hurst, oficial de la policía a God Updates.
Un abrazo calma más que mil palabras.
Uno de sus compañeros captó el momento y la imagen de James abrazando el niño mientras dormía, se volvió viral en Facebook, desde entonces las felicitaciones para este oficial han sido tan calurosas, como el abrazo tranquilizador que Hurst le dio al niño que estaba ayudando.
El menor que se encuentra sano y salvo, fue dejado bajo custodia del Departamento de Servicios para Familias y Niños de Georgia, mientras que el oficial James asegura que no hizo nada especial y que lo único que quiere dejar claro es que estos actos de bondad son parte del día a día de los policías.
Este trabajo es mucho más que simplemente perseguir a los malos, se trata de servir a los ciudadanos de las comunidades en las que trabajas y hacer lo que necesitan que hagas – Le dijo el oficial James Hurst a God Updates.
Sin lugar a duda los valientes hombres y mujeres que hacen parte del cuerpo policial a menudo se ven enfrentados a distintas situaciones, pero solo sus corazones y experiencia los ayudan a salir triunfantes de cada una de ellas.
Aprovechamos para hacer un reconocimiento especial a cada uno de ellos y también, a los que han dejado su último suspiro cumpliendo la misión más importante de su vida, muchas gracias héroes.