Esta política salva a los papás y educa a los niños.
Hasan Kara, el alcalde de Kilis una ciudad fronteriza entre Turquía y Siria está siendo aplaudido por sus gobernados y por la comunidad internacional debido a sus medidas vanguardistas para intentar solucionar, no sólo los problemas locales, sino algunos de los retos más grandes que enfrenta toda la región del medio oriente.
Por ejemplo, su decisión de no cerrarles las puertas de su ciudad a los emigrantes que llegaban desde el país vecino, epicentro del conflicto socio-politico de esa parte del continente, fue resaltada por diversos dirigentes de todo el globo.
Un alcalde que sueña con ver a su ciudad convertida en una utopía de respeto al medio ambiente.
Pero recientemente es otra la medida que se gana las palmas de todo el mundo, pues el alcalde desarrolló una estrategia para cumplir con dos propósitos que están azotando la ciudad: el alto nivel de consumo de tabaco de sus habitantes y la contaminación ambiental producida por la gran cantidad de vehículos y motocicletas que además de ensuciar la atmósfera, crean un caos impresionante en las calles, pues no es raro ver a familias enteras transportándose en una sola moto, sin casco y altas velocidades.
Para ello trazó un plan que consiste en regalarle a los niños en etapa escolar bicicletas para fomentar en este renglón de la población el uso de transportes que le hacen bien a la salud y al ecosistema, pues el alcalde está convencido de que el cambio para tener en el futuro una ciudad limpia y organizada comienza por educar y concientizar a los niños y jóvenes.
Sin embargo, existen tres condiciones para que un niño pueda acceder al beneficio de las bicicletas: deben tener buenas notas en la escuela, deben comprometerse con su palabra a usar al menos una hora diaria la bicicleta y finalmente convencer a un pariente cercano que abandone el consumo de tabaco, uno de los problemas de salud pública más complejos de la ciudad.
Hasta el momento, el gobierno local ya ha entregado más de 4.000 bicicletas pero el plan original contempla al menos 15.000
Quiero que en unos años Kilis sea la Ámsterdam de medio oriente.
Para poder lograr la ejecución de la primera fase de la medida, el primer cuarto de las bicicletas planteadas inicialmente se financiaron con recursos públicos de la ciudad, pero para alcanzar la meta total, su gobierno necesita tanto del apoyo de su país como del de la unión europea, ya que no existen los fondos suficientes actualmente para comprar las casi 10.000 bicicletas que hacen falta para completar el programa.
También parte de los recursos públicos fueron usados para construir un carril bordeado de flores de cuatro millas de extensión, exclusivo para las bicicletas para que los niños puedan transportarse de manera segura por él, no obstante, el proyecto contempla al menos 20 millas más de carriles que conformarían una gran red que cruzaría gran parte de la ciudad.
Los niños que han sido beneficiarios del programa están muy felices con sus bicicletas y se los puede ver yendo de casa a la escuela a diario en sus nuevos medios de transporte.
Celebramos y aplaudimos todas las iniciativas en favor del mejoramiento de la calidad del aire, de la salud de las personas y de las oportunidades de recreación para los niños, máxime cuando estos han crecido en entornos envueltos en conflictos político-sociales.
Fuente: TheGuardian.