Celebraban el nacimiento de sus gemelas cuando el médico entró y dijo «tengo malas noticias»

Nadie les explicó ni los preparó, pero pronto descubrirían cuál es el verdadero significado de esa «mala noticia».

Jodi Bramley y su esposo Matt Parry ya tenían un adorable hijo, pero desde que este nació supieron que querían otro, por ello, cuando les dijeron que estaban nuevamente esperando, fue una de las alegrías más grandes de su vida. Sin embargo, una sorpresa les esperaba tras uno de sus primeros ultrasonidos, en el que los médicos les anunciaron que esperaban gemelos.

Nuevamente la noticia fue más que bien recibida, estaban felices y querían que los meses pasaran rápido para poder conocer a sus bebés lo antes posible.

El parto se adelanta.

Paradógicamente, no tuvieron que esperar los nueve meses convencionales, pues las gemelas Abigail e Isobel nacieron prematuramente a los siete meses y medio, por lo que tan pronto llegaron al mundo fueron trasladadas a la unidad de cuidados neonatales.

Algunas horas después del nacimiento, el médico que atendió el parto de Jodi, se acercó a hablar con ella y Matt para hacer un anuncio, sus palabras comenzaron con un tengo «malas noticias».

Las «malas noticias» llegan.

Por supuesto, a los padres se les paró el corazón al oír esto, pero no tuvieron más opción que continuar. El médico les dijo que sus pequeñas gemelas tenían síndrome de Down y dos complicaciones más.

Abigail no escuchaba por su oído derecho e Isobel tenía un soplo en el corazón. Sin dudas, esta fue la peor parte del diagnóstico del médico, sin embargo, su preocupación y lamentaciones acerca del Síndrome de Down los angustiaron y predispusieron.

Por supuesto, nada de lo que él pudiera decir, cambiaría el amor que les tenían a sus recién nacidas, pero en ese momento pensaron que todo el panorama era mucho más grave de lo que descubrieron que era con el tiempo.

El tiempo nos enseñó que tener síndrome de Down no tiene nada de malo.

A partir de la nueva situación, Jodi y Matt se dieron a la tarea de investigar todo lo relacionado con la condición de sus dos hijitas y rápidamente descubrieron que tener Síndrome de Down no es para nada, en absoluto, algo malo y que afortunadamente en nuestros tiempos tampoco significa ninguna limitación real, pues las personas que lo tienen se han desarrollado de manera muy exitosa en sus estudios, profesiones y vida familiar.

Adicionalmente, sus pequeñas gemelas corroboraron todo lo que ellos leyeron e investigaron incansablemente durante meses, pues son niñas muy capaces, entendidas y sobre todo dulces y amorosas como nadie. Su hermanito, por ejemplo, las ama y ellas a él, desde su perspectiva las gemelas son dos niñas iguales a todas las demás, de hecho, son especiales y únicas, porque son sus hermanas, pero por ninguna otra cosa.

Doctor, quisiera contarle que el Síndrome de Down de mis hijas no fue una mala noticia, de hecho, fue una gran noticia.

Hoy Jodi quisiera volver a verse con aquel doctor para decirle que lamenta mucho la manera en que él les presentó la noticia sobre el síndrome de sus hijas, porque en ese momento lo hizo parecer algo malo, cuando en realidad no fue otra cosa que la experiencia más maravillosa que han tenido como familia.

Ella sabe que el médico no tenía malas intenciones, pero resalta que es hora que los profesionales comprendan más que nadie que los prejuicios del pasado, deben permanecer allí a donde pertenecen, al ayer y no al presente, pues muchos padres y algunos sectores de la sociedad aún necesitan educación sobre el tema.

Fuente: Jodi Bramley,