Abuelita de 79 años huye del asilo para hacerse su primer tatuaje

Cuando le preguntaron qué pensaría su familia, contestó: «no me importa lo que piensen».

Las personas mayores dicen que envejecer es como retroceder en el tiempo, como dibujar la trayectoria de una persona no en línea recta sino de manera oscilante, como lo haría un péndulo y tal vez sus palabras encierren mucha más sabiduría de la que imaginamos.

Algunos abuelitos a cierta edad comienzan a recuperar la rebeldía que tenían de niños y las ganas de vivir al máximo la vida como cuando eran jóvenes, pero esta vez no por esa idea de inmortalidad que embriaga el espíritu, sino por la conciencia de que el inexorable fin está cerca.

Mercury Press

Una señora de 79 años está lista para tomar todo lo que desee sin lugar a arrepentimientos.

Sadie Sellers una adorable abuelita de Londonderry, Irlanda del Norte ha tenido suficiente tiempo para reflexionar sobre lo que significa vivir y a sus 79 años de edad está más que lista para hacer todo lo que se le antoje, así a su familia no le guste la idea.

Bajo ese nivel de convicción, fue como un día escapó del asilo Daleview House, en donde reside desde hace varios años, con la firme intención de hacerse un tatuaje tan bonito como el de una de sus once nietas.

Daily Mail

Todo empezó cuando un par de semanas atrás, su nieta Samantha de 22 años de edad la visitó y pasó algún tiempo junto a ella. Las dos estuvieron hablando durante largo tiempo sobre la juventud, los sueños, las frustraciones, el amor, la vida y la muerte. En cierto punto de la tarde, la chica le mostró un tatuaje que se había hecho y a la abuela le encantó, tanto, que decidió que ella también quería uno.

Cuando llegas a mi edad, solo tienes que vivir la vida todos los días. Estuve hablando con Samantha por un par de semanas y me mostró su tatuaje.
Ella vino un día después de sus vacaciones y solo pensé: «Bueno, yo también conseguiré uno». Le contó Sadie Sellers a Daily Mail.

Cuando lo mencionó, Samantha pensó que se trataba de una broma, pero para Sadie el asunto iba muy enserio.

Voy a cumplir 80 y quiero vivir al menos esta aventura.

Los días pasaron y de pronto cuando su hijo, Tony Sellers, llegó a visitarla no encontró más que una habitación vacía donde se suponía que su madre debería estar. Desesperado, salió en su búsqueda, sin entender a dónde podría haber ido una mujer de casi ochenta años de edad.

Tras varias horas lograron localizarla. Resulta que se había escapado del personal del asilo con ayuda de su nieta, quien la llevó hasta un establecimiento de tatuajes en donde se estaba haciendo uno cuando al fin su hijo la encontró, trás recorrer de arriba a abajo las calles cercanas y descubrir estacionado el auto de su hija en la parte de enfrente de Studio 76.

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Los trabajadores del lugar, le contaron a Tony que cuando ellos le preguntaron qué pensaría su familia al respecto, ella contestó «me importa un car$%&… lo que piensen»

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Luego de que todo se calmara, el hijo habló con la señora y le explicó que el tatuaje no tenía nada de malo pero huir del asilo sí, porque se había puesto en peligro. Ella prometió no volverlo a hacer. Samantha también recibió su escarmiento y le fue prohibido volver a salir sin permiso con su abuela.

Aunque ambas salieron reprendidas, al final la ancianita consiguió lo que quería: su tatuaje, un lindo contorno de corazón en su brazo izquierdo!

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Resulta lindo ver el espíritu rebelde de esta señora, sin embargo, esperamos que mantenga su promesa pues nadie quiere que corra riesgos innecesarios.

Fuente: DailyMail.