Adolescente mantuvo en secreto 2 embarazos, años después recordó que tuvo un tercer bebé *

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Transcurría el año 1954 en Canadá, la sociedad para ese entonces era muy conservadora y excluyente con cualquier tipo de conducta que nos se ajustara a los cánones establecidos para la mujer, por ello, tener hijos fuera de un matrimonio, no sólo era tomado como una pena grave de la madre, era una sentencia de rechazo y aislamiento para sus hijos.

Muy consiente de esa situación, Lorna Gauley de menos de 19 años de edad para esa época, decidió dar en adopción a su primer hijo, luego de quedar embarazada sin desearlo. Al principio la situación pareció fácil, pero luego del nacimiento y de tenerlo entre sus brazos el trauma de separase de él, le ocasionó una pena indescriptible.

Lamentablemente a los pocos años después se halló de nuevo en la misma ocasión, esta vez dio a luz a una niña a quien también dio en adopción, pues su embarazo tampoco estuvo enmarcado dentro de un matrimonio en el cual pudiera crecer su pequeña.

Una vez más, recuperarse de la tristeza de dejar ir a su niña la devastó.

Los años pasaron y finalmente Lorna logró casarse y formar un hogar con varios hijos. Cuando se sintió segura y en confianza, decidió contarle sobre su pasado a su esposo, le dijo que había tenido dos embarazos no deseados y que había puesto en adopción a los dos bebés.

Prácticamente su vida se pasó así y el recuerdo de esos días de juventud parecían borrarse con el paso del tiempo.

Pero un día una mujer tocó su puerta y le dijo que era su tercera hija dada en adopción. Para ella fue impactante y se negó al hecho rotundamente. Manifestó que ella sólo había tenido dos hijos, un niño y una niña a los que entregó tan pronto nacieron.

Para la mujer que había pasado 26 años buscando a su madre biológica el rechazo de esta fue en extremo decepcionante y triste, pero no se dio por vencida y regresó meses después con las pruebas de ADN que la señalaban inconfundiblemente como su hija.

Sólo bajo la luz de estas pruebas Lorna accedió a entrevistarse con su hija.

Poco a poco recordó lo que había sucedido y finalmente comprendió que haber dado en adopción a sus dos primeros hijos fue una experiencia tan difícil y triste que su mente bloqueó por completo el recuerdo de su tercer embarazo.

Al igual que los dos primeros, este fue no deseado y Lorna repitió el procedimiento de entregar a su tercera hija en adopción, después de eso olvidó por completo el recuerdo de su existencia, al punto que a la hora de contárselo a su esposo, no recordaba absolutamente nada al respecto.

Aunque la situación no fue fácil, poco a poco ambas mujeres se fueron acercando y jo-ann hatting, la tercera hija, guarda la esperanza de poder conocer y pasar mucho tiempo al lado de la mujer que la trajo al mundo.