Bebé queda encerrado dentro de un auto, toma el volante y hace que los bomberos desesperen

Aunque el bebé estaba divertidísimo, ellos sabían que debían sacarlo lo antes posible.

Lo ocurrido con este travieso bebé se constituyó en una serie de hechos poco probables y desafortunados que se desencadenaron uno detrás de otro como nadie hubiera podido prever, ni siquiera la propia madre, que asegura ser en extremo cuidadosa cuando se trata de garantizar la seguridad de sus amados hijos.

Kirsty Green, una madre británica de 27 años de edad, salió del supermercado llevando a su bebé Brandon Emery, de poco más de un año de edad en la sillita del carrito de la tienda, para dirigirse hacia su auto.

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Una vez allí, abrió el maletero y empezó a trasladar las bolsas del mercado al interior del vehículo pero su hijo no se quedaba quieto y como el carrito no tenía cinturones de seguridad que lo mantuvieran quieto, el pequeño insistía en intentar bajarse escurriéndose de la silla.

Pensando en su seguridad, la madre optó por dejarlo en la silla trasera de su auto para ella así terminar de bajar sus compras y ponerlas en el maletero, lo malo fue que al terminar dejó las lleves del vehículo dentro de la cajuela, justo en el instante en que su hijo oprimía el botón de bloqueo central de todas las puertas, mientras lo hacía la veía con una sonrisa.

La mujer entró en pánico y varias personas que estaban en el estacionamiento en ese momento se acercaron a ayudarle pero no pudieron hacer nada más que llamar a los bomberos. Estos llegaron casi de inmediato e intentaron abrir el coche por medio de sus herramientas, sin averiarlo de ninguna forma.

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Les hacía mucha gracia ver como el bebé reía a carcajadas viéndolos intentar abril el vehículo, pero se preocuparon cuando el bebé se pasó a la silla de adelante y tomó el volante, sabían que un niño de esa edad fuera del alcance de los adultos corre mucho peligro. Aunque hacían su mejor no lograban sacar al bebé.

Las cosas se pusieron realmente feas cuando el niño tomó una moneda de la bandeja del auto y se la llevó a la boca, en ese momento tanto los bomberos como la madre entendieron que necesitaban ser más rudos y decidieron quitar la ventana de atrás. Esta fue la ñunica forma de acceder al auto.

Finalmente, lograron sacar sano y salvo al travieso Brandon, que no dejaba de sonreír con todo el alboroto que armó.

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Fuente: TheSun, Independent.