Este chico vino a arreglar su Internet pero terminó haciendo de niñera toda la mañana

«Mi hijo nació con dos defectos cerebrales raros, es ciego y no ha parado de llorar pero hoy tuve la inesperada ayuda de un joven de buen corazón».

Jessica Nash Donnahoo es madre de dos hijos y ama de casa, como cualquier madre todos los días siente que ya no da a basto con cuidar a sus hijos y hacer los deberes del hogar, pero una y otra vez cuando está al limite, recupera la compostura y sigue adelante día tras día mientras su esposo sale a trabajar para ganar el sustento de toda la familia.

Sin embargo, un día en particular estaba siendo más difícil que de costumbre. Su hijo Sailor de tres años de edad nació con una extraña condición que afecta su cerebro y le impide la visión, ese día no paraba de llorar y como no puede expresar sus necesidades o emociones claramente, suele recurrir al llanto persistente, sin lograr que su madre sepa bien qué es lo que necesita. Por otro lado, Jessica también tiene a su hija de dos años, quien requiere cuidado constante.

Entre ambos pequeños consumen casi todo su tiempo, energía y atención, aún así también debe encargarse de las tareas de su hogar, como preparar la cena, lavar los platos y hacer la lavandería.

Aquel día con todo ello, parecía que no iba a ser capaz de llegar a la noche, pero entonces alguien tocó su puerta, se trataba de un joven que llegó a su hogar para realizar una visita técnica y actualizar el Internet, el joven empezó a hacer las reparaciones pertinentes pero ni bien había comenzado cuando Sailor corrió hacia él y trepó hasta sus brazos. El joven llamado Robert, hubiera podido bajarlo nuevamente al suelo, terminar su trabajo cuanto antes y huir de allí, pero no lo hizo.

Jessica Nash Donnahoo

No tuvo problema en abrazar al niño, no se veía incomodo y con él terminó las reparaciones que debía hacer, luego se quedó al menos 45 minutos más sosteniendo al pequeño Sailor y jugando con el pequeño, mientras Jessica lograba poner un poco de orden en su casa, terminar de atender a su hija y volver con Robert para recibirle al niño.

Cuando el técnico vio que la madre ya estaba más aliviada y con el control en sus manos, se despidió y se fue.

Jessica muy agradecida con el joven, escribió una publicación, comentando lo sucedido y pidiendo a la compañía de Internet que promuevan al chico pues su gentileza y paciencia la ayudó a lidiar uno de los días más complicados que ha tenido, además de haberle sacado a su hijo un par de sonrisas, algo poco común en él.

Robert merece un aumento … una promoción … ¡algo! Es un activo para su empresa y nunca olvidaré su amabilidad. – Concluyó la agradecida madre.

Fuente: LoveWhatMatters.