Esposa narra como una bebida energética le quitó al mejor hombre del mundo

«Comencé a hacer mi propia investigación, descubrí que estas bebidas ya estaban prohibidas en muchos países de Europa».

La noche del 5 de febrero de 2011 Cassondra Carbajal Reynolds despertó en la madrugada porque escuchó a su esposo John jadear fuertemente, al voltear a mirarlo se dio cuenta que algo serio le estaba pasando, sin aviso el hombre se puso azul y luego gris. Ella con todas sus fuerzas lo bajó de la cama para tenderlo en el suelo e intentar darle primeros auxilios.

No entendía para nada qué estaba pasando, esa noche cuando se fueron a dormir él estaba bien y de pronto se hallaba en esa situación.

Un hombre con salud de hierro.

Su esposo apenas tenía 41 años de edad y se caracterizaba por su excelente estado físico y óptima salud, todos los días salía a correr, era muy activo y jamás, hasta ese día, había tenido ningún tipo de problema de salud.

Cassondra llamó a emergencias y allí le pidieron que intentara darle primeros auxilios mientras una ambulancia llegaba a su hogar. En lo que ella esperaba, sólo repetía una y otra vez:

Dios POR FAVOR no te lleves a mi marido! Le supliqué que no me dejara a mí ni a los niños y le dije cuánto lo amamos y lo necesitamos. – Escribió Cassondra en la web de Love What Matters.

Al fin los paramedicos llegaron e hicieron que ella se retirara para ellos poder revisarlo, cuando estaban poniéndole todos los cables en el pecho ella soltó un grito: «Oh Dios, se acaba de ir!», sintió que el espíritu de John había abandonado su cuerpo.

Los paramedicos le dijeron que él aún seguía con vida, pero que debían llevarlo al hospital de inmediato, estaba teniendo un paro cardíaco.

Aunque Cassondra se aferró a esas palabras con toda la fuerza de su corazón y no paraba de decirse a si misma que lo único que necesitaba su esposo era tiempo para curar y recuperarse, en el rincón más profundo de su alma tuvo siempre la certeza de que ese momento en que sintió su espíritu irse, fue el final del camino para el padre de sus hijos y amor de su vida.

John fue ingresado al hospital e inducido a un coma médico artificial para evitar que su cuerpo sufriera más consecuencias, pues los médicos sospechaban que una falta de oxigeno temporal le había ocasionado ya algunos daños cerebrales.

Los médicos sometieron a interminables interrogatorios a Cassondra, pues ellos no podían entender como un hombre de su edad en tan buen estado físico, con un corazón que parecía el de un joven de 25 años, con cero colesterol, sin sobre peso y sin antecedentes médicos, podía estar en esa condición.

Los médicos encuentran la pista clave.

La pista clave para explicar todo, la halló un médico que se sentó con Cassondra a platicar sobre los hábitos diarios de su esposo, detectó la señal tan pronto ella dijo que él a veces trabajaba en la noche, inmediatamente le preguntó si tomaba bebidas energéticas, ella le dijo que si, no todos los días, pero si frecuentemente y jamás más de una diaria.

Al instante comentó que eso explicaba porque John parecía tener diabetes a pesar que ella afirmaba que no era así, el médico pidió un nuevo examen de azúcar y cafeína y efectivamente los niveles de ambas eran muy altos en su organismo.

Lamentablemente en ese momento nada pareció tener ni la más mínima importancia pues tras dos semanas en el hospital los médicos le informaron a Cassondra que la falta de oxigeno en el cerebro que presentó John le causó daños irreversibles y que ya no podían hacer nada por él, tenía muerte cerebral.

Ese fue el peor momento de su vida, pero los días más dolorosos apenas comenzaban.

Tuve que ir a casa y explicarles a mis hijos que su papá nunca más volvería y que se iría a estar con Dios. Además de ver a mi esposo respirar por última vez, decirle a mis niños pequeños fue la experiencia más dolorosa que he vivido. Al día siguiente, mi hijo mayor cumplía 9 años y no fui al hospital. Los padres de mi esposo, mi hermano y yo llevamos a los niños a Chucky Cheese para celebrar el cumpleaños de mi hijo. Tratamos de fingir que todo estaba bien y le dimos el cumpleaños más normal posible, si es que eso tiene sentido.

El 19 de febrero de 2011, un día después del noveno cumpleaños de mi hijo mayor, llevé a mis tres niños al hospital para despedirnos de su padre. Las enfermeras trataron de extraer la mayor cantidad de tubos posible para que mis hijos no tuvieran tanto miedo. Todo lo que pasaba por mi mente era: ¿Por qué está sucediendo esto?, ¿Por qué es que no viene a casa con nosotros?, ¿Por qué va a ser la última vez que lo abracemos, lo besemos, lo toquemos?, ¿Por qué será esta la última vez que veré sus hermosos ojos azules? Nada de eso parecía real, pero todo era muy real. Mis hijos pasaron su tiempo con él, amigos y familiares se despidieron y luego llegó el momento. – Le contó Cassondra a Love What Matters.

Sus últimos minutos.

Tras la despedida los niños fueron llevados a la sala de espera y Cassondra pasó sus últimos 31 minutos de vida a su lado antes de pronunciar el último adiós.

Mis amigos llevaron a mis hijos a la sala de espera porque no quería que vieran a su padre respirar por última vez. Yo, los padres de mi esposo, mi hermano y su esposa estábamos en la habitación mientras la enfermera le retiraba a mi esposo el soporte vital. Me senté allí, apretando su mano y besándolo durante 31 minutos mientras observaba que todos los signos vitales abandonaban lentamente el cuerpo de este hermoso hombre. Este hombre que fue mi TODO! Me fui a casa en estado de shock. Tenía la mente perdida y estaba completamente destrozada. Mi corazón se sentía como si estuviera físicamente rompiéndose dentro de mí. Le relató Cassondra a Love What Matter.

Algunas semanas más tarde el médico del hospital llamó a Cassondra para darle sus condolencias y contarle que la historia de John realmente había conmovido al personal de todo el área, platicaron un rato sobre las bebidas energéticas y ella no paró de decirle qué no entendía porqué algo que se consideraba normal y apropiado podía ser tan peligroso. El doctor le comentó que realmente un número considerable de fallecimientos son causados por estas bebidas pero que lamentablemente sólo unos pocos salen a la luz.

Su lucha por crear conciencia comienza.

Fue entonces cuando ella comenzó a hacer sus propias investigaciones sobre las bebidas energéticas, allí descubrió que realmente están desde hace años prohibidas en varios países del norte de Europa porque contienen altísimas cantidades de azúcar y cafeína, sustancias que consumidas en grandes cantidades tienen efectos muy nocivos para la salud.

También descubrió que muchos equipos de deportes les han prohibido a sus jugadores consumirlas pero que les cuesta mucho lograr que realmente no lo hagan puesto que dichas bebidas son consideradas legales por lo que se consiguen fácilmente en cualquier supermercado y sumado a que las personas piensan que sus efectos nocivos son una exageración en vez de una realidad, las consumen de todas formas. Lo mismo sucede con los militares del ejercito.

Cientos de voces le dicen: estamos contigo!

Cassondra no pudo evitar querer compartir no sólo su historia, sino sus investigaciones en redes sociales, y cuando lo hizo la respuesta de la gente fue abrumadora. Cientos de personas se pusieron en contacto con ella para contarle sus experiencias, muchos le dijeron que habían perdido a seres queridos en circunstancias similares a las de John, otros que habían presentado fallas renales, ulceras estomacales, problemas cardíacos y de tensión arterial, deterioro dental tras haberlas consumido y lo más grave de todo: nada de esto se veía en la televisión o los comerciales.

Una enfermera incluso le escribió para contarle cuan seguido veía en su trabajo personas fallecer debido a las bebidas energéticas y compartía con ella los interrogantes de porqué seguían en venta al público.

Pero la preocupación de la mujer llegó aún más lejos cuando cayó en cuenta que incluso los niños las consumen.

La gran pregunta es: ¿hasta cuando las personas las van a beber, necesitan perder a un ser querido para entender que el peligro es real?, ¿cuando las instituciones en las que depositamos nuestra confianza van a tomar cartas en el asunto?

Este febrero será 7 años desde que mi esposo se fue, sin embargo, todavía parece que fue ayer. Nuestros hijos son adolescentes ahora y la vida no se ha vuelto más fácil. El dolor se manifiesta de diferentes maneras con cada uno de ellos. Vacaciones, cumpleaños, eventos escolares son todavía muy difíciles. Mi alma se siente vacía y la mitad de mí se ha ido. Si al compartir nuestra historia impido que una persona no vuelva a tomar otra bebida, al menos puedo sentir que el fallecimiento de mi esposo tuvo sentido.  – Finalizó Cassondra su escrito en las páginas de Love What Matters.

Agradecemos a Cassondra Carbajal Reynolds por permitirnos conocer su historia y compartirla con el ánimo de crear conciencia en nuestra comunidad de habla hispana. Queremos decirle que admiramos su valentía al reunir las palabras que honran la memoria de su esposo John pero que sobre todo pretenden un cambio en la sociedad; esperamos que sepa que su pérdida nos conmovió y al igual que ella tenemos la esperanza de que su partida sirva para evitar que otras familias pasen por lo que ella y sus hijos vivieron.

Fuente: Cassondra Carbajal Reynolds, LoveWhatMattersFaithIt.

Imagen de portada vía Cassondra Carbajal Reynolds/Facebook.