Vecinos se unen para remodelar la casa en ruinas de una pareja de viejitos de su barrio

Los abuelitos están felices, ya tienen un verdadero hogar donde vivir dignamente.

En una casa de madera ubicada en Brasil, con piso de cemento y sin baño, vivieron durante mucho tiempo la señora María de 74 años y su esposo Joel de 79. Por suerte, alguien se fijó en sus necesidades e intentó resolverlas para beneficio de los abuelitos.

La recompensa de un arduo esfuerzo.

Desde que se casaron, poco a poco los esposos fueron arreglando su casa, de acuerdo al tiempo y las posibilidades económicas, sin embargo, no era mucho el avance por lo que un día decidieron hacer un préstamo e invertirlo en su morada.

Entre sus expectativas de construcción había muchas posibles opciones, pero cuando intentaron hacer los arreglos soñados, algo inesperado sucedió. El abuelito se enfermó y la pareja tuvo que utilizar el dinero en una cirugía de próstata que don Joel necesitó y así nuevamente, sus deseos de tener una casa en adecuado servicio, se esfumaron.

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Reinaldo Barbosa, empresario y líder comunitario, se enteró de la situación de salud del abuelito y decidió ir a visitarlo, pero para su sorpresa, se encontró con el desolador panorama de la casa donde vivían la señora Maria y don Joel.

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Construyendo felicidad con actos solidarios.

Con tristeza Reinaldo miró la necesidad de mejorar la vivienda de la señora Maria y don Joel, por lo que de inmediato decidió arreglar la edificación para que ellos pudieran tener una vivienda más digna.

Convocó a muchos amigos para que voluntariamente se unieran a la causa y por supuesto muchos respondieron favorablemente. Algunos aportaron dinero, otros elementos de construcción, también recibieron un sofá y una cama para la nueva casa, mientras que otros se comprometieron a fondo para realizar la mano de obra.

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Dividieron las diferentes labores y poco a poco la casa fue tomando forma. Pusieron baldosas, pintaron las paredes, adecuaron un baño y otras cosas más que fueron entregadas a la pareja de abuelitos en un tiempo de dos semanas, las cuales pasaron donde un familiar mientras sus generosos padrinos realizaban los trabajos.

Mire, mucha gente ayudó, no solo desde Ariquemes, sino desde dentro del estado y otras ciudades, y en unas dos semanas logramos construir su casita – Aseguró Netogoesss, uno de los voluntarios, al sitio web.

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Una morada digna del esfuerzo y amor que se han tenido durante mucho tiempo.

El día esperado llegó y con lágrimas en los ojos, la señora Maria conoció su nueva casa. Don Joel al igual que ella estaba feliz y fue quien se encargó de agradecer en primera instancia el regalo que les estaban haciendo.

La felicidad en sus rostros era bastante notoria y es que incluso el perrito de los abuelitos, celebró el momento saltando sobre ellos y moviendo su colita alegremente, como se observa en el siguiente video grabado por uno de los voluntarios.

 

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Después de ese lindo acontecimiento, la familia agradeció por su regalo en compañía de sus vecinos con una oración y luego los dos en soledad, disfrutaron de su propiedad.

Actualización:

Tristemente a los 10 meses de estar viviendo en su nueva casa, don Joel partió de este mundo por problemas de salud. Esperamos la señora Maria se encuentre muy bien en todos los sentidos y, a pesar de su pérdida, siga recordando con amor a su esposo en el hogar que juntos construyeron.

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Gracias a esta linda acción, los abuelitos pudieron tener unos últimos años de vida bastante felices y cómodos, aplaudimos y reconocemos de manera especial esta labor.

Fuente: NetogoesssRazões para acreditar.