Gimnasio genera su propia electricidad con el pedaleo de sus clientes

La optimización de la energía es una de las claves de un mundo sostenible.

El medio ambiente pide a gritos un cambio en las tecnologías que emplea el hombre para llevar a cabo sus actividades, especialmente las que tienen que ver con los hidrocarburos, pues el impacto que estos generan sobre la salud del planeta Tierra es enorme y pone en peligro la perdurabilidad de todas las especies que actualmente caminan, nadan, vuelan o se arrastran por su superficie.

Por ello, cualquier idea dirigida a transformar la energía tradicional en una limpia, es más que bienvenida.

 

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El Eco-Gimnasio nace como iniciativa ambientalista.

Este innovador gimnasio hace parte de un edificio amigable con el medio ambiente que utiliza sólo energía solar para llevar a cabo su funcionamiento, el cual es exactamente igual a cualquier otro que trabaje con energía eléctrica tradicional, pues dentro de sus instalaciones se encuentran ubicados un restaurante, múltiples oficinas de compañías, un anfiteatro al aire libre, un centro de conferencias, varios elevadores y ahora un establecimiento para hacer ejercicio.

 

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Este último se une al proyecto del edificio auto-sostenible acomodándose de manera perfecta a las directrices de la iniciativa, pues a través del pedaleo de sus clientes podrá aportar energía limpia a la construcción a la cual ahora pertenece, sumándola a la recolectada por unos paneles solares ubicados en la azotea del edificio.

 

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Así no sólo el gimnasio es sostenido por energía limpia, cero contaminable, sino que la construcción entera lo es.

¿Cómo funciona el Eco-Gimnasio?

El principio es básico, pues el movimiento genera energía, pero los problemas para que tal energía no sea convertida en energía eléctrica radican en la captación y el almacenamiento de la misma. En este caso los ingenieros de SportsArt lograron diseñar unos dispositivos que atrapan la energía producida por el movimiento de la persona que se está ejercitando, la almacenan y posteriormente la convierten en energía eléctrica para abastecer las necesidades del gimnasio.

 

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De esta forma los clientes, al hacer ejercicio, no sólo perderán calorías, sino que generarán energía limpia, cuidando al mismo tiempo su salud y la salud del planeta.

Fuente: WorldEconomicForum.