Luego de buscarla durante toda su vida, él se acercó y le entregó una carta que decía: «han pasado 13,075 días desde la última vez que me viste, no quería hacerte esperar ni uno más».
Nunca la juzgó por su decisión, sólo quería poder abrazarla.
Stacey Faix quedó embarazada siendo muy joven aún, con apenas 15 años de edad. Sin saber cómo cuidar de un niño y sin los medios para sostenerlo, decidió que lo mejor para ambos sería ponerlo en adopción, para que así tuviera la oportunidad de encontrar una familia que le diera todo lo que ella no podía ofrecerle.
Los años pasaron y ella siguió con su vida, por supuesto, siempre lo recordó, lo echó de menos, se cuestionó si había tomado una buena decisión y en silencio lloró por su hijo. Tal vez lo que más lamentaba era que nunca lo pudo abrazar, pues tan pronto el bebé nació, fue separado de su madre y entregado a la familia que lo adoptó.
Pero el destino le tenía preparada una inesperada sorpresa.
En noviembre de 2017 entró en vigencia en Estados Unidos una ley que permite a los niños adoptados acceder al registro de los padres biológicos, obedeciendo al derecho de toda persona de conocer sus orígenes. Acogiéndose a esa nueva ley, su hijo la ubicó y se puso en contacto con ella.
La emoción de saber el uno del otro fue enorme, pero nunca llegaron a concretar una reunión. En los correos y llamadas que intercambiaron, Stacey le contó a su hijo que lo que más lamentaba era no haberlo podido abrazar ni una sola vez. Las cosas quedaron allí.
Pero un día mientras ella asistía a la Media Maratón de Pittsburgh, cuando estaba en la línea de partida, una persona desconocida se acercó a ella y le entregó una misteriosa carta escrita a mano; ella la leyó, decía lo siguiente:
Han pasado 13,075 días desde la última vez que me viste, no quería hacerte esperar ni uno más
De inmediato su corazón se aceleró y supo que su hijo era quien le había escrito esa misteriosa carta. Empezó a buscarlo con la mirada y en el momento que se volteó, lo reconoció al instante.
El reencuentro, luego de 35 años, fue muy emotivo, ambos se abrazaron, lloraron y se prometieron a partir de allí hacer parte de la vida del otro.
Acorde a lo dicho en aquel especial momento, madre e hijo han seguido viéndose y han tratado de recuperar todo el tiempo que estuvieron separados.
Fuente: ABCNews.