Se aprovecharon de su amabilidad y le robaron su bicicleta, era su forma de trabajo

Menos mal, ciudadanos de buen corazón juntaron esfuerzos y le compraron una nueva.

Seu Raúl, es un hombre que vive en la ciudad de Duque de Caxias, en Brasil, en donde diariamente trabaja como vendedor ambulante de cocadas. Es conocido entre sus clientes por su amabilidad, esa misma que alguien utilizó para robarle el medio de transporte que utiliza para realizar sus ventas.

Un emprendimiento pausado por un infortunio de la vida.

La venta de cocadas por las calles de Brasil, es un negocio familiar que Raúl lleva a cabo con su esposa Miriam, quien es la encargada de dar sabor y forma al delicioso producto gastronómico que ofrecen.

Durante mucho tiempo, el hombre ha vendido el dulce elaborado a base de coco en el sector del cuartel de su ciudad y en ese mismo lugar, durante varios días conoció la alegría de vender todo sus artículos, en contraposición a un triste y reciente acontecimiento: el robo de su bicicleta. 

Paulo Francis / Campo Grande News

Un joven que conocía del trabajo informal en los semáforos, se valió del buen corazón de Raúl para pedirle prestado su medio de transporte con la excusa de que tenía que llevar unas medicinas a su hija. Por supuesto Raúl no le vio ningún problema y accedió a hacerle el favor, mientras él seguía vendiendo sus cocadas.

El joven se llevó la bicicleta cerca de las 10 de la mañana pero el reloj marcaba las seis de la tarde y el individuo no regresaba, fue entonces cuando el hombre se dio cuenta que lo habían robado.

Mi punto durante la semana es allí cerca del cuartel, en Duque de Caxias. Había un muchacho que de vez en cuando se detenía pidiendo dinero para los coches detenidos en los semáforos. Entonces, un día me preguntó si podía tomar prestada mi bicicleta para tomar la medicina para su hija. Confié en su palabra. Saqué la caja de dulces y le entregué la bicicleta. Eso era alrededor de las 10 de la mañana. Eran las 18h, ya no aparecía – Dijo Seú Raúl al medio de comunicación Campo Grande News.

Las personas no se imaginan el daño que ocasionan con sus actos malintencionados.

Debido a que Raúl ya no tenía bicicleta para desplazarse, tuvo que empezar a vender sus cocadas recorriendo a pie las calles de su ciudad y en medio de sus días de trabajo, demostró nuevamente el buen corazón que tiene a pesar de las circunstancias, sin saber que sus acciones de ese día repercutirían en traer de nuevo equilibrio a la balanza de la justicia. 

Paulo Francis / Campo Grande News

El hombre estaba en un semáforo ofreciendo su producto, cuando de repente vio que un motociclista necesitaba ayuda. De inmediato se acercó a él para saber en qué podía ayudarlo, y luego de hacerle unos ajustes a la batería de electricidad y empujar la motocicleta, el vehículo de dos llantas terminó funcionando y Helton, su dueño, no pudo estar más agradecido.

Helton, como símbolo de su agradecimiento le compró el valor de 30 reales en cocadas y entre una charla y otra, Raúl le contó la historia de la pérdida de su bicicleta. Por supuesto, el motociclista no comprendió, cómo alguien le pudo haber hecho algo así, por lo que muy amablemente se ofreció a ayudarlo como el vendedor lo había hecho con él.

El destino pone en nuestro camino las personas correctas.

Una fotografía tomada por Helton, sirvió como recurso para iniciar una donación económica para el vendedor de cocadas y al cabo de unos días, logró recolectar lo suficiente como para comprarle una bicicleta nueva para que pudiera seguir trabajando como de costumbre.

Dios y él fueron maravillosos conmigo. Me quitaron una bici viejita para darme una nueva, linda, roja. Ahora ya no se la presto a nadie – Contó Seú Raúl al medio de comunicación.

De color rojo brillante y por supuesto muy veloz, este nuevo medio de transporte de Raúl es un regalo que él agradece de manera especial y aunque sigue teniendo un buen corazón, admite que nunca más le prestará su vehículo a nadie. Adicional a esto, el hombre le compró una cadena y un candado para mantenerla más segura.

Paulo Francis / Campo Grande News

Ahora la pareja sigue trabajando como de costumbre, gracias a la ayuda de los brasileños de buen corazón que quisieron ayudarles.

La inseguridad en el mundo es algo que se presenta a diario y que debemos luchar por erradicar, sin embargo, cuando abusan de una persona con buen corazón llaman maldad y tarde que temprano, el destino se encarga de hacerles comprender sus malas acciones.

Fuente: Campo Grande News.