Una mujer pasó siete años sin darse cuenta de la condición especial que tenía su esposo *

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Jessica Offer siempre notó algunas manías y comportamientos «extraños» en su esposo Cj pero pensaba que se trataba de particularidades de su personalidad y que seguramente otras esposas en la cotidianidad de sus familias, lidiaban con situaciones similares. Lo cierto es que no hubiera sido raro pensar como ella, pues nada de lo que hacía él era demasiado sobresaliente.

Sobre todo era obsesivo con los detalles, prestaba exagerada atención a las pequeñas cosas y le gustaba mucho estar en casa, no era de aquellos a los que los viajes les fascina, mucho menos las aventuras extremas o los deportes al aire libre.

Sin embargo, la vida entre ellos dos era muy buena, se entendían, se amaban, se respetaban y en general las cosas funcionaban muy bien. Con amor y con éxito hasta el momento estaban criando a sus tres hijas.

Pero la manera de ser de su esposo empezó a tomar relevancia para Jessica cuando su hija mayor repitió prácticamente con exactitud los mismo comportamientos de Cj. Preocupada ella habló con él, pero él no notó nada extraño, le parecía que su hija actuaba con total normalidad.

La madre no quedó tranquila y la llevó a donde varios especialistas y finalmente ellos le dieron sentido a todo lo que estaba pasando. Tanto la hija como el esposo sufrían de autismo. Al comienzo nadie lo quería creer, pero poco a poco investigando sobre dicha condición, se dieron cuenta que los perfiles encajaban a la perfección.

Sabían que no era nada grave y Jessica sigue amando con todo su corazón a Cj, para ella nada ha cambiado y afirma que son esas particularidades las que lo hacen ser la persona que ella ama.

Habíamos estado juntos por 7 años hasta ese punto. Siete años de estar enamorados, de ser padres y vivir juntos. Sólo habíamos pasado 3 noches separados el uno del otro. De pronto, todas las piezas comenzaron a calzar. Las razones detrás de sus descompensaciones sociales o el haber querido salir fuera solamente un fin de semana, estaban haciendo sentido. Incluso la forma específica en que le gustaba organizar la despensa (hey, ¿quién era yo para interrumpir dicha metodología hermosa?). Nos reímos mucho sobre las cosas a las que nos habíamos adaptado sin darnos cuenta. — Comentó a The Mighty.

Fuente: Jessica Offer.